Lo primero que pidieron las defensas de Porto y Basterra fue "restricciones informativas" a la difusión de la vista, aunque sin llegar a demandar "a puerta cerrada". Los letrados buscaron evitar la transmisión institucional de la señal para "garantizar un juicio justo", evitar uno "en paralelo" y "salvar la preocupación" de ciertos testigos.

Su demanda no fue apoyada por el fiscal, quien apuntó que este es el momento "de luz taquígrafos máxima", y, tras consultar al jurado, que no la respaldó, el juez la rechazó (sin menoscabo de restricciones puntuales, por ejemplo con algún menor) ya que, argumentó, la "transparencia" es un "antídoto" frente a posibles "manipulaciones" externas y una "garantía de juicio justo".