Un centenar de guardias civiles permanecían al cierre de esta edición en la localidad almeriense de Roquetas de Mar, cerca de la calle en la que fue hallado muerto el pasado viernes un hombre guineano de 42 años, apuñalado durante una discusión de tráfico. Los agentes tratan de velar por la seguridad por los altercados registrados tras el suceso. Hay vigilancia en casas de familias de etnia gitana. La víctima murió tras una trifulca con un grupo de miembros de esta etnia.