Cada novedad que parecía encaminar la investigación de la desaparición de Diana Quer en A Pobra do Caramiñal no suponía más que un paso atrás para los agentes: mientras la madre aseguró que pasó por casa, la señal de su móvil demostró que no; múltiples testigos la situaban en Lugo pero la Guardia Civil descartó rotundamente esta teoría y cuando los agentes duplicaron la tarjeta de su teléfono móvil, se descubre que los datos de su nube fueron borrados.

Esta situación pone de manifiesto que, a los 60 días de su desaparición, tan solo la presencia de la joven la madrugada del 22 de agosto en el entorno de Taragoña es la única prueba fehaciente con la que cuentan los agentes a cargo de la investigación. Y es que su teléfono móvil así lo demuestra. Éste emitió su última señal pasadas las 4 de la mañana en el entorno de la parroquia de Rianxo, mismo punto en el que varios testigos afirmaron dos días atrás verla cambiarse voluntariamente de coche. Cabe precisar que el caso sigue bajo secreto de sumario, por lo que es posible que los investigadores conozcan otros datos que no han trascendido públicamente.

Todavía quedan muchas otras preguntas claves en este caso, como dónde está Diana Quer y qué ha motivado su desaparición que dos meses después siguen sin respuesta.

Aunque la madre ha reiterado en múltiples ocasiones que mantener la teoría de una huida voluntaria sería "incoherente", lo cierto es que la investigación cuenta con las dos vías abiertas, tanto una marcha de forma voluntaria como su posible secuestro.