La Policía Nacional considera que el detenido no asumió la ruptura de la relación que tuvo con Ana María Enjamio y se obsesionó y se obcecó con ella. En este sentido, las fuentes consultadas destacan el" ensañamiento" con el que se cometió el crimen. Aunque inicialmente, tras el examen del cuerpo, se apuntó a que la víctima presentaba entre ocho y diez puñaladas en la zona de cuello y tórax, del resultado de la autopsia practicada al cadáver se habría concluido que el número de heridas de arma blanca superaría de forma amplia la decena, de distinta intensidad, al menos gran parte concentradas en la zona del pecho.

El hallazgo de la pulsera del reloj de la víctima rota junto a otras evidencias del examen forense que no han trascendido apuntarían a que la víctima trató sin éxito de defenderse de su agresor.

Precisamente, el resultado de la autopsia practicada por forenses de la sede viguesa del Imelga es una prueba determinante para el caso. Por el momento, a la juez se le entregará un informe preliminar, ya que habrá muestras que se enviarán para su análisis en el Instituto Nacional de Toxicología.

Con este caso, ya son tres los crímenes de violencia machista que investiga el juzgado vigués. Los otros dos, con la instrucción muy avanzada, son los asesinatos de López de Neira y de O Calvario de 2015. Hubo otro homicidio ese año, pero el agresor se suicidó.