Los equipos de rescate rusos que desde el domingo trabajan en la búsqueda de los restos del avión militar ruso estrellado en el mar Negro hallaron en la mañana de ayer dos grandes partes del fuselaje de la aeronave. Según informaban el lunes fuentes del Ministerio ruso de Defensa, sería aquí donde estarían la gran mayoría de los cuerpos de los pasajeros, un total de 92, entre ellos militares, nueve periodistas y 64 miembros del coro del Ejército Rojo que se dirigían a Siria a amenenizar la entrada del año nuevo. "Bajo el agua fueron hallados varios restos que en este momento están siendo investigados por los buzos. Uno de ellos es la cola con fragmentos de un motor", reza el comunicado del Ministerio.

La búsqueda de las cajas negras, que determinaría las causas del siniestro, se ve dificultada por el hecho de que en este tipo de aviones, éstas no emiten señales de radio para facilitar su localización. Por lo pronto y tras descartar un ataque terrorista, se plantean cuatro razones principales que abocaron al avión al mar. La que cobra más fuerza es el impacto de objetos en el motor de la aeronave. El uso de combustible de mala calidad, un fallo técnico o un error humano también son hipótesis que manejan los investigadores.

También se señaló la posibilidad de un exceso de carga, sin embargo la aeronave podía desplazar a 180 pasajeros, además de 150 kilogramos de cargamento, en su mayoría alimentos y medicinas.

Hasta el momento, los servicios rusos pudieron recuperar varios fragmentos a unos 1.700 metros de la costa de Sochi. El departamento ruso aseguró que, según los sónares, los restos del Tu-154 quedaron esparcidos en un radio de unos 500 metros. Además, fuentes de seguridad citadas por la agencia rusa Sputnik revelaron que ya se han recuperado los cadáveres de 13 personas y que dos de ellas han sido identificadas. En el avión viajaban el coro militar Alexándrov, la activista humanitaria Elizaveta Glinka y nueve periodistas.

Los expertos rusos han determinado la trayectoria que siguió el aparato antes de estrellarse y han concluido que el Tu-154 chocó contra el agua a seis kilómetros de la costa. Más de 3.500 militares y casi un centenar de barcos, aviones, helicópteros, drones y batiscafos participan en las operaciones de búsqueda. Rusia vivió ayer un día de duelo nacional en memoria de las víctimas de la tragedia aérea.