La operación Pimos desarrollada por la Guardia Civil en 2013 se saldó con la condena de diez personas vinculadas a una veintena de robos cometidos por toda Galicia. Los acusados fueron detenidos en varios operativos sucesivos de la Comandancia que incluyeron registros en sus domicilios de Cotobade, Vilaboa, el poblado de O Vao (Poio) y Pontevedra. Los diez acusados llegaron a un acuerdo con el fiscal que evitó el juicio. La sentencia, que trascendió ayer, detalla penas de prisión para todos, aunque algunos verán como se suspenden sus penas de cárcel a cambio de no volver a delinquir durante dos años. Se trata de los acusados que se dedicaban a intentar colocar las joyas y las piezas de oro sustraídas durante los robos.

Los detenidos fueron condenados por robos o por la tenencia de objetos procedentes de sustracciones en una veintena de inmuebles en Betanzos, Bergondo, Santiago, Padrón, Pontevedra, Caldas, Salvaterra, Poio, Vilanova, Ponte Caldelas, Vilagarcía y Pontesampaio. Parte importante del botín fue recuperado en los registros.