David G. M., el agente de la Guardia Civil juzgado el pasado 22 de febrero en la Audiencia de Oviedo como presunto autor de la violación de una joven de origen suramericana, con la que ahora mantiene una relación sentimental, fue absuelto al considerar el tribunal que el testimonio de la denunciante "carece de verosimilitud" y es insuficiente para condenar al encausado. En el juicio, el ministerio público mantuvo nueve años de prisión para el acusado, que clamó: "Soy inocente".

La sentencia ve poco probable que se hubiese producido la agresión, que habría ocurrido en el interior de un coche, porque los dos fueron vistos en una cafetería previamente y porque los mensajes enviados luego a la joven no indican que hubiera sucedido un ataque de ese tipo.