Laila Amaral, la madre del niño de tres años cuyo padre fue a visitarlo a Zurich en Reyes y se lo trajo a Vigo al considerar que el pequeño estaba en riesgo, se reencontró ayer con su hijo en las dependencias del Imelga en los juzgados de Vigo. El encuentro, acordado por el juez de Instrucción 2, se produjo entre medidas cautelares: por un lado, presencia del equipo psicosocial para que el menor se encontrara cómodo, y por otro, fuerte presencia policial para evitar altercados e incluso otro "rapto".

Finalizada la visita, el niño fue entregado a su padre, con el que reside en Vigo, mientras que su madre se dirigía al aeropuerto para regresar a Zurich. El encuentro entre madre e hijo se produjo a petición de Laia tras la suspensión del juicio previsto la víspera en Pontevedra. Laila, visiblemente emocionada, explicó que a partir de ahora podrá "hablar a diario con el niño por Skype, también bajo supervisión de los psicólogos". Y añadió que el pequeño lloró y no quería irse después de verla: "Estoy destrozada", manifestó.

Aunque la visita al niño se había autorizado junto con otros familiares maternos, que acompañaron a Laia desde Suiza, ninguno de ellos acudió al juzgado. El padre del pequeño reclama la custodia del niño al considerar que su hijo estaba desatendido en Zurich. Una situación similar vivió ya el hijo mayor de Laia con otra pareja, un menor que reside también en Vigo con su padre después de que éste reclamara su custodia y se la otorgaran judicialmente.

En el caso actual, al no haber medidas provisionales, ambos mantienen la custodia el niño de ahí que no exista delito alguno, ni cuando ella se lo llevó a Suiza sin autorización de él, ni cuando el padre se lo trajo del país.