Privar a más de 66 personas de ver en directo la final del Mundial en Sudáfrica en la que España ganó su primera Copa del Mundo tras engañarlos con entradas falsas no le salió gratis al culpable.

Y es que aunque intentó eludir la prisión, deberá cumplir gran parte de la pena entre rejas. Así lo acordó el Tribunal Supremo ante el recurso presentado por el acusado, quien tras ser condenado por la Audiencia Nacional a dos años de prisión por un delito de estafa, pidió que esta condena le fuese sustituida por la expulsión del país al ser de nacionalidad norteamericana, pero le fue denegada.

El Tribunal Supremo estimó parcialmente este recurso de casación y si bien sí acuerda su expulsión del país, ésta no podrá hacerse efectiva hasta que el acusado cumpla "dos tercios de la pena, acceda al tercer grado penitenciario o bien obtenga la libertad condicional".

La sala entiende que si le concediese la expulsión en lugar el cumplimiento de la pena privativa de libertad "se generaría en el ciudadano que sí cumple la ley una sensación de desprotección y desasosiego ante ciertos actos delictivos, sensación que derivaría en la pérdida de confianza [...] generando un sentimiento de impunidad, al reaccionar el sistema penal con la mera expulsión del territorio nacional de autores de delitos de gravedad".

Y es que el Tribunal Supremo califica los hechos del condenado en 2017 como "de considerable gravedad" al resultar "perjudicadas más de sesenta personas físicas y varias agencias de viajes".

Inciden además los magistrados que por parte del condenado "no consta un mínimo esfuerzo reparador hacia los perjudicados y que hubo de ser traído al proceso de manera forzada [...] tras dictarse orden de busca". Esta sentencia contradice lo argumentado en primera instancia por la Audiencia Nacional, que negó la expulsión al considerarlo ciudadano europeo -ya que contaba de domicilio en Noruega y Dinamarca- y no representar "una amenaza grave para el orden o la seguridad pública".

Los hechos datan del año 2010, cuando dos acusados sacaron a la venta paquetes por valor de un total de 2.495 euros por los que ofrecían viajes a Johannesburgo, en Sudáfrica, más la entrada para ver la final del Mundial entre España y Holanda. Un "mínimo de 66 personas" y "nueve agencias de viajes" adquirieron estas entradas y quedaron sin poder acceder al estadio por ser "falsas".

Tras las denuncias interpuestas por los afectados por la estafa, la aseguradora de una agencia, tras el fallo del Juzgado de Primera Instancia 1 de Vigo, abonó más de 8.000 euros a tres de los perjudicados.