La muerte de un buzo cuando realizaba una misión de abastecimiento ha supuesto un varapalo para las operaciones de salvamento de los niños atrapados en la cueva de Tailandia. El deceso también ha puesto de relieve la difícil operación a la que se enfrentan los equipos dentro de la laberíntica y parcialmente inundada cavidad donde permanece el grupo de enclaustrados. La víctima, un antiguo miembro de los cuerpos de élite de la Marina identificado como Saman Kunan, de 38 años, pereció la noche del jueves al quedarse sin oxígeno mientras estaba sumergido y tras completar con éxito una misión de suministro a la cueva. "La muerte de este experto buceador sirve para mostrar la dificultad de las tareas de rescate. A pesar del deceso, no vamos a parar de trabajar para sacar al grupo", declaró Passkorn Boonyaluck, vicegobernador provincial.

En cada viaje a la gruta, los buzos tienen que atravesar unos 1,7 kilómetros de estrechos pasadizos entre visibilidad nula y corrientes de agua, un camino que toma, ida y vuelta, unas 11 horas. A las preocupaciones por la aproximación de un temporal de lluvias se suma además el descenso de la cantidad de oxígeno dentro de la cavidad. Apakorn Yookongkaew, el comandante de los buzos tailandeses, dijo que se planea tender una tubería para proporcionar aire a los doce niños y el adulto. Las autoridades barajan dos opciones para la salida de los niños: bucear a través de los pasadizos inundados o encontrar un hueco en la montaña por donde sacarlos con la ayuda de un helicóptero. Las autoridades eluden anunciar una fecha para las operaciones que, aseguran, procederán de manera gradual, sacando primero a los niños en mejores condiciones físicas y psicológicas.

La muerte de este soldado de élite pone en entredicho, por lo tanto, la opción de salir buceando. "Los niños están aprendiendo a bucear. Vamos a tomar el mínimo riesgo posible, pero no podemos esperar hasta que comiencen las fuertes lluvias y empeore la situación", señaló Narongsak al referirse al temporal de precipitaciones que se acerca a la región. "El rescate no será esta noche", zanjó ayer el político tras reunirse con los equipos de rescate. El grupo fue encontrado el lunes en una isla de terreno seco a 4 kilómetros dentro de la caverna.