"Todo era felicidad al verlos salir", declaró el buzo español Fernando Raigal, que participó en el rescate de los 12 niños atrapados junto a su tutor en una cueva del norte de Tailandia. "Mientras los trasladábamos, como algunos de ellos eran muy pequeños iban sedados, pero era un alivio escuchar su respiración", relató tras su regreso a Bangkok, donde reside desde hace unos meses. Los chicos y el entrenador recibieron sedantes "para evitar que entraran en pánico" durante el rescate y salieron al exterior "inconscientes", detalló el buzo español.

La extracción empezó el domingo y sacaron a cuatro menores, el lunes, a otros cuatro y el martes completaron la operación con los cinco restantes, entre ellos el adulto. Los estudiantes, de entre 11 y 16 años, y el entrenador, de 26, se adentraron en la caverna Tham Luang, el sábado 23 de junio.