Una mujer de 67 años falleció ayer en Vigo, en el número 35 de la avenida del Aeropuerto tras el incendio de su vivienda. Además, casi una veintena de vecinos del mismo edificio fueron evacuados por los servicios de emergencia ante la rápida propagación del humo, que provocó que siete personas necesitasen asistencia sanitaria en el punto. Una de ellas, el marido de la víctima, tuvo que ser trasladada al Hospital Álvaro Cunqueiro con problemas respiratorios. Entre los afectados había varios menores que tardaron alrededor de una hora en abandonar el edificio y que se encontraban en el último piso. Entre el entresuelo y la primera planta del bloque está ubicado el Colegio Breogán, que se encontraba vacío al no haber arrancado el curso escolar.

Los bomberos del parque de Teis recibieron la primera llamada de socorro hacia las 13.40 horas, cuando los familiares de la víctima, que viven dos pisos más arriba, comprobaron que salía humo de su vivienda y la mujer no les abría. El primero en percatarse fue su marido, que regresó a casa después de realizar unas compras y no pudo acceder al domicilio. Tampoco el hermano de la fallecida, que sí llegó a abrir la puerta pero al que la fuerte humareda le impidió entrar en el piso. "Casi me derriba", apuntó pocos minutos después de ser evacuado por los bomberos.

Después de no poder internarse por la puerta principal, los dos familiares lo intentaron por la ventana gracias al andamio que había junto a la fachada y por el que descendieron dos alturas. No lo consiguieron. En el noveno piso se encontraba Conchi Parada (cuñada de la mujer fallecida) con varios de sus nietos. "Nos metimos en el cuarto de baño con paños húmedos en la cara para poder respirar. Fueron momentos de enorme tensión porque había humo por todas partes", relató la mujer, una de las últimas en abandonar el edificio. Junto a ellos permaneció un grupo de bomberos en una zona sin humo. "Lo pasamos muy mal por los niños y porque no sabíamos como estaba mi cuñada. Los minutos se hicieron eternos", apostilló.

Los primeros en socorrer a los vecinos fueron los operarios que durante las últimas semanas estuvieron trabajando en la fachada y que en el momento de iniciarse el fuego se encontraban comiendo. "Vimos el fuego y subimos por el andamio para intentar ayudar a posibles víctimas. En un primer momento observamos a la fallecida en su domicilio, pero luego la perdimos de vista", explicó Miro Estévez, uno de los trabajadores, que añadió que "por nuestra estructura bajaron cuatro o cinco residentes de los pisos superiores". Las obras en el edificio debían haber finalizado el domingo, pero una serie de retrasos obligaron a alargar la estancia del andamiaje durante varias jornadas más. Y resultó clave. "Gracias a esta demora se pudieron salvar varias personas y estamos muy contentos por ello", apuntó otro de los operarios.

Más aparatoso fue el rescate de Belarmino Martínez, un vecino del octavo piso con problemas de movilidad y que necesita una silla de ruedas para desplazarse. Como los servicios de emergencia habían cortado la luz no podía salir por el ascensor y se encontraba atrapado en su domicilio. Finalmente fue evacuado con la ayuda de un camión escalera de los bomberos, que lo introdujeron en una camilla y lo llevaron hasta la acera. "Hasta que los vi estaba muy nervioso porque no me podía mover, pero una vez que entraron en mi casa me tranquilicé porque confiaba plenamente en ellos", comentó ya en la calle junto a sus familiares.

Hasta el lugar de los hechos acudió el concejal de Seguridad de Vigo, Carlos Font, que no pudo aclarar las causas del incendio y que ofreció a los familiares de la víctima "toda la ayuda que necesitasen". Los bomberos, ya con el fuego sofocado, se encontraron el interior de la vivienda el cuerpo de la víctima junto a los de un perro y un conejo. El incendio afectó al salón de la casa, que quedó totalmente calcinado.