El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Ribeira ha concluido la investigación del caso contra José Enrique Abuín Gey, El Chicle, por el intento de secuestro de una joven Boiro las pasadas Navidades que propició también su detención por el asesinato de la joven Diana Quer. El auto que pone fin a la instrucción le considera sospechoso de un delito de agresión sexual en concurso con un delito de detención ilegal, ambos en grado de tentativa.

La juez ha dado traslado a la Fiscalía y a las acusaciones particulares para que en el plazo de diez días formulen escrito de acusación solicitando la apertura de juicio oral o el sobreseimiento de la causa, sin perjuicio de que puedan pedir la práctica de diligencias complementarias que consideren imprescindibles para formular la acusación.

La juez sostiene que hay que conectar los hechos ocurridos en Boiro con las otras dos causas seguidas contra El Chicle: la de Instrucción 1 de Ribeira por la desaparición y fallecimiento de Diana Quer, y las diligencias en curso en el Juzgado de Instrucción 2 de Noia por un presunto delito contra la integridad sexual de la que la fue víctima su cuñada.

La titular de Instrucción 2 de Ribeira indica en el auto que el relato de la víctima y de los dos testigos que la socorrieron cuando presuntamente José Enrique A.G. trataba de introducirla en el maletero de su coche el 25 de diciembre de 2017 en una calle de Boiro se vio corroborado "por la identificación, sin género de dudas, del investigado, así como de su vehículo, y por las lesiones objetivadas de la víctima en brazos y piernas, que coinciden con el mecanismo lesional descrito". También por el audio grabado involuntariamente por la víctima.

"Ante el discurrir de los hechos y a fin de determinar los inicios de la voluntad subjetiva del investigado, ha de ponerse en relieve la cinta adhesiva tipo carrocero encontrada por la fuerza policial en su vehículo, una brida de plástico de color negro, una palanqueta, así como el detalle referido por la víctima de que en el maletero en el que la introdujo había extendida una manta/sábana", recoge el auto judicial.

La juez mantiene que del propio relato de los hechos "se infiere" que la voluntad de El Chicle no iba dirigida "al ánimo de lucro de sustraer los bienes ajenos de la víctima, dado que tanto de sus actos como de sus expresiones verbales la finalidad pretendida es dejarla ilocalizada e introducirla en el maletero de su vehículo, no aceptando el dinero ofrecido por la joven". También descarta un secuestro por un móvil económico "dado que la joven o su familia carecen de riqueza económica conocida que justifique un ánimo de lucro", y tampoco existe "conexión" que permita inferir una voluntad condicional en la detención ilegal pues Abuín Gey y su víctima no se conocían.

Esta situación refleja, según la juez "una clara voluntad de Abuín Gey de atentar contra la integridad sexual de la joven". El análisis de las circunstancias y elementos que rodean el caso "conducen al sólido indicio de que la finalidad del móvil en el actuar de José Enrique Abuín va más allá del simple robo ya que los indicios dirigen hacia una voluntad clara de detención ilegal como instrumento de una posterior agresión sexual".

Este mismo argumento ha sido esgrimido por la representación legal de la familia de Diana Quer en el Juzgado de Instrucción 1 de Ribeira que investiga el asesinato de la joven. "No la cogió para llevarla a misa; demostraremos la intención sexual", aseveró Juan Carlos Quer una vez que se recuperó el cuerpo de su hija el pozo de una nave de Boiro poniendo fin a 500 días de desaparición.

El rapto frustrado de la joven de Boiro, que se resistió y pidió auxilio a dos jóvenes que pasaban por allí cuando ya la había metido en el maletero y todavía tenía las piernas fuera, permitió conocer el "modus operandi" de un auténtico depredador sexual, pues unas cámaras grabaron como adelantaba y esperaba después a su víctima. El relato de la joven, que salvó su vida, también facilitó conocer cómo las abordaba.