Varios testigos en el juicio por el cuádruple asesinato de Pioz (Guadalajara) señalaron ayer la mala relación que mantenían el acusado, Patrick Nogueira, con su tío y víctima, Marcos Campos.

Así se pronunciaron una compañera de piso y el tío del acusado, y a su vez hermano del fallecido, durante sus declaraciones en el segundo día del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara, donde está siendo juzgado Patrick Nogueira, el asesino confeso de sus tíos, Marcos y Janaina -ambos de 39 años y de origen brasileño- y sus primos de 1 y 4 años en agosto de 2016 en una vivienda de la localidad de Pioz (Guadalajara). Pilar R., una compañera de piso de Patrick Nogueira, subrayó que el acusado de los crímenes estaba obsesionado con su tío y reconoció que en varias ocasiones habló "mal", aunque no recordó lo que decía exactamente, pero "era muy obsesivo" y le "insultaba". Según relató la testigo, cuando hablaba de este pariente le calmaba y que incluso cuando iba a alguien a la casa, Nogueira les hablaba de su tío.

Por su parte, Walfran Campos, tío del acusado y hermano de la víctima, dijo que Marcos le habló mal de Patrick. "Me habló de mal comportamiento y me dijo que Patrick no era el mismo que en Brasil, que no le respetaba y obedecía, que no limpiaba y si salía por la noche volvía por la mañana", señaló.

No obstante, estos testigos, así como el que fuera entrenador de fútbol del asesino confeso, manifestaron el carácter tranquilo del acusado sin presentar episodios violentos. "Nunca tuvo ningún episodio violento ni de ira ni en el lance del juego incluso si le golpeaban pedía perdón", señaló su exentrenador.

Su compañera de piso definió al acusado como una persona "alegre" y "bromista" con ella y dijo que nunca observó en él un comportamiento agresivo, aunque le notó raro el 18 de agosto (supuestamente cometió los crímenes dos días antes) cuando ella volvió de vacaciones y pasó unas horas en la casa para irse después tres días a Badajoz. Por su parte, Walfran Campos manifestó que Patrick Nogueira era "como un hermano menor o un hijo" con el que tenía una buena relación desde pequeño y al que calificó como "un sobrino excepcional", por lo que admitió que siente "gran decepción" tras los terribles hechos ocurridos en Pioz.

Walfran Campos, que se mostró muy afectado al inicio de su declaración e incluso comenzó a llorar, se dirigió a su sobrino y le preguntó que por qué no le hizo a él lo que le había hecho a su hermano, que "era una persona buena".