La Audiencia Nacional ha condenado a penas que suman 46 años de prisión y 27 millones de euros en multas a una red internacional de narcotráfico, que pretendía introducir en España una tonelada de cocaína procedente de Sudamérica en pesqueros gallegos desde Cabo Verde a Vigo. La operación Romeo se frustró en 2015 porque las licencias para pescar en el Atlántico caducaron antes de la llegada del barco nodriza que debía transportar la droga desde Brasil a África, según recoge el fallo judicial. Entonces una parte de la red se pasó al tráfico de cocaína en contenedores mediante el sistema de gancho ciego „mochilas con droga entre carga legal sin el consentimiento de sus propietarios„ por los puertos españoles de Valencia y Algeciras, así como los europeos de el Havre, Marsella o Rotterdam.

Entre los 8 procesados se encuentran los supuestos cabecillas, un ciudadano francés y un dominicano, así como dos gallegos, naturales de Ourense aunque afincados en Vigo y Tarragona respectivamente, que cuentan con una condena previa por narcotráfico en el País Vasco. Todos confesaron los hechos y formar parte de un grupo criminal para alcanzar una conformidad con la Fiscalía que redujo a la mitad las condenas que inicialmente solicitaba. Los cabecillas aceptaron siete años y medio de prisión cada uno, mientras que el ourensano afincado en Tarragona se conformó con 5 años y 10 meses por el delito de narcotráfico y otros meses más por la pistola que se le intervino en su casa. El vecino de Vigo fue condenado solo en grado de tentativa a 3 años de cárcel, pues solo participó en la fracasada operación Romeo.

La sentencia recoge que los dos gallegos "ponían a disposición de la organización buques pesqueros con base en el puerto de Vigo que permanecerían meses faenando en aguas del Atlánticos próximas al archipiélago de Cabo Verde para favorecer el transbordo de la droga". El vecino de la ciudad olívica tenía también "contactos con individuos que aportarían en su momento toda la infraestructura necesaria para recuperar la cocaína a su llegada a puerto en Galicia".

Una vez que el gran alijo marítimo se frustró, la organización decidió esperar hasta la siguiente campaña pesquera para intentarlo, para lo que mantuvo numerosos encuentros en Vigo y Cataluña. Mientras, una parte del grupo con el ourensano afincado en Tarragona y el ciudadano dominicano, abordó otro proyecto que denominaron Del frío, con un grupo de empresarios gallegos que se desplazaron a Barcelona para preparar un envío de droga desde Ecuador y Colombia. Uno de los envíos identificado con el logo de "budas" fue interceptado por la Guardia Civil en Algeciras en 2016 oculto en una carga de plátanos. En total 301 kilos de cocaína valorados en 10,5 millones.

Otra parte de la estructura inicial diseñó diversos transportes de droga a través de puertos europeos, y contaba con el vecino de Vigo, su colaborador en Galicia, para recuperar, transportar y distribuir esos envíos.