Un vecino de Pontevedra asumió ayer una pena de cuatro años de prisión como autor de un delito de abusos sexuales continuados a una menor, una niña que en el momento de los hechos tenía diez años hija de una amiga del procesado. El acuerdo se zanjó a puerta cerrada por expreso deseo de las partes para proteger la intimidad de la menor. La Fiscalía pedía 12 años de cárcel.