Condenado a 21 años de prisión el sexagenario que mató a cuchilladas a su esposa en Gondomar

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a 21 años de prisión a Valentín Alonso Becerra, el sexagenario de Gondomar que mató a puñaladas a su mujer, Soledad Rey, en diciembre de 2020. La pena impuesta por la sala tras el veredicto de culpabilidad del jurado popular es menor que la que interesaron la Fiscalía, la acusación particular y la acusación popular, que habían pedido 25 años de cárcel.

En atención al veredicto del tribunal popular, la Audiencia de Vigo considera al agresor autor de un delito de asesinato con la concurrencia de las circunstancias agravantes de parentesco y de género. El jurado vio probada la alevosía pero no el ensañamiento pese a la veintena de heridas de arma blanca que presentaba la víctima. En el apartado de hechos probados, el fallo considera que "Valentín actuó movido por razones de dominación y desprecio hacia Soledad por su condición femenina, a la que gritaba y humillaba de forma habitual y decidió matarla como acto de imposición y dominio".

Culpable de asesinato con alevosía el autor del crimen machista de Pontevedra

Junto a los 21 años de prisión y 5 más de libertad vigilada una vez concluya el cumplimiento de la pena privativa de libertad, la sentencia, que no es firme y contra la que cabe recurrir en apelación ante el TSXG, le impone la privación de la patria potestad prorrogada o la imposibilidad de obtenerla en relación con el menor de sus hijos, que sufre una discapacidad, así como la prohibición de aproximarse o comunicarse con él durante 26 años. En concepto de indemnización, establece que deberá abonar 200.000 euros a este joven y 100.000 a su hijo mayor.

Deja fuera el ensañamiento que también se pedía

Tras el juicio, el jurado vio a Valentín Alonso culpable de asesinato siguiendo la línea argumental de las acusaciones, pero dejando fuera el ensañamiento que también se pedía, al entender que el ataque “fue rápido” y “no buscó aumentar su dolor”.

La lectura del veredicto mostró el total convencimiento al que llegó el jurado de que Valentín dio muerte a su mujer Soledad, de 59 años, en la vivienda que ambos compartían en Gondomar. Destacan del ataque su “rapidez” así como la imposibilidad de la víctima para repelerlo al padecer obesidad mórbida y otras dolencias que según expusieron los forenses la dejaron a merced de su agresor sin posibilidad de escapatoria. Señalaron que la mujer no le causó heridas a Valentín, vaciando así la teoría exculpatoria del acusado. A mayores, en el veredicto recogen que el ataque no fue inesperado debido a la “animadversión” que el esposo sentía y mostraba desde hacía años hacia Soledad, alzándole la voz o poniendo sus manos en la boca para mandarla callar.