La cocina es un espacio imprescindible en cualquier vivienda hasta para aquellos a los que no les gusta cocinar. Aquí llevamos a cabo muchas de las tareas del hogar esenciales, como es la preparación de la comida, la limpieza de la vajilla o la colada.

Sin embargo, no siempre contamos con el espacio que nos gustaría. Una cocina estrecha requiere de algunos trucos para que el espacio se amolde a nosotros todo lo posible. Si, por ejemplo, necesitamos hacer un plato elaborado, lo más seguro es que tengamos que buscar las vueltas para que no terminemos generando un auténtico caos entre comida por preparar, comida preparada y vajilla sucia.

Lo mismo ocurre con la distribución de los platos, vasos, sartenes y todos los útiles de cocina de los que no podemos prescindir. Por norma general, a medida que pasa el tiempo lo normal es que los utensilios se vayan deteriorando o rompiendo y dejen la vajilla en las últimas. A la hora de buscar repuestos el espacio de cajones y armarios comenzará a quedarse pequeño.

Cesta colgante de Ikea
VER EN IKEA

No es tan sencillo dar con un truco con el que poder generar aún más espacio a pesar de no tener lugar para incorporar nuevos muebles. Es el momento de dar una vuelta a tu estancia y encontrar la clave para hacer de nuestra cocina una estancia ordenada y confortable. Ten en cuenta que el caos de tener los platos por cualquier parte puede afectar también a cómo nos sintamos; el exceso de ruido visual puede terminar aturdiéndonos hasta generar estrés.