Las exigencias del guión han obligado a algunas actrices a despojarse de sus largas melenas y a tener que atreverse a lucir cabeza al aire. La última ha sido Charlize Theron, que tuvo que dejar atrás su melena rubia para rodar Mad Max: Furia en la carretera. Y lo mismo le ocurrió a Natalie Portman, que hace diez años también tuvo que pasar por peluquería para despedirse de su melena y participar en el rodaje de V de Vendetta. Y fue precisamente rapada como Anne Hathaway consiguió un Óscar por su interpretación en el musical Los miserables.

Echando la vista atrás hay que reconocer que la primera valiente que se atrevió a dar el paso de dejarse la cabeza rapada como un militar fue Demi Moore. En el año 1997 se convirtió en la guapa y atractiva teniente O'Neill, que daba título a la película, y en donde la ex de Bruce Willis y de Ashton Kutcher seguía siendo igual de seductora. Y debió de verse bien, porque estuvo una temporada larga luciendo pelito corto, y aunque no rapada, a ella le favorecía tener la cara libre de cualquier intromisión.

Otras también han tenido que someterse a un corte de pelo radical e ir lidiando como pudieron hasta que su cabellera fue volviendo a su estado natural.