"Dios se ha llevado a Man (d.e.p), pero ella no se ha ido: la tendré siempre en mi corazón. Pasó de puntillas durante 91 años, dejando un recuerdo fabuloso a todos los que la conocieron y a mí un vacío enorme". Luis Alfonso de Borbón anunciaba así en Instagram la muerte de su abuela Carmen Franco, única hija del dictador Francisco Franco, a quien algunos miembros de su familia llamaban Man. Carmen Franco, nacida hace 91 años en Oviedo, falleció en la madrugada del viernes, rodeada de sus familiares en su casa del barrio de Salamanca de Madrid a consecuencia de un cáncer terminal.

Carmen Franco, que tuvo siete hijos con Cristóbal Martínez Bordiú, cardiólogo de profesión y marqués de Villaverde, será enterrada en la cripta de la catedral de la Almudena junto a su esposo, según anunció la hija mayor de ambos, Carmen Martínez-Bordiú. Apasionada de la caza, sus allegados la conocían también como Carmencita o como Nenuca, y llevó una vida discreta, alejada de la política. Sus restos fueron trasladados ayer hasta el Tanatorio Servisa, adonde se acercaron familiares y amigos de la fallecida, que la definieron como "una mujer muy entera ante su enfermedad" y una "excepcional española". Su sobrino Pocholo Martínez-Bordiú resaltó que ella era quien "aglutinaba a la familia" y para todos ayer fue "un día triste", lo que también manifestó Andrés Martínez-Bordiú, hermano del marqués de Villaverde. La Fundación Nacional Francisco Franco pidió "a todos los españoles", y en especial a su simpatizantes, que rezasen por el alma de una mujer que "desde la muerte del Generalísimo y la proclamación de Juan Carlos I en 1975, guardó una admirable discreción en la política y la vida social".

En su despedida en Instagram, Luis Alfonso -hijo de Carmen Martínez Bordiú, que vivió muchos años con su abuela tras la separación de sus padres y la muerte de su progenitor y de su hermano- escribe: "Querida Man, siempre serás mi súper abuela, mi segunda madre, uno de mis pilares, y mi ejemplo a seguir; fuiste una gran cristiana, con muchos valores y muy bondadosa; te encantaba viajar y descubrir otros lugares; eras de las personas más cultas que he conocido, con una gran memoria y siempre informada de todo; compartíamos aficiones como disfrutar de la naturaleza y ver jugar al fútbol a la selección española o al Real Madrid". Luis Alfonso destaca que siempre le impresionó "la gran señora" que fue, "con su saber estar, elegancia, integridad, serenidad, alegría, paciencia, sinceridad, fortaleza y apertura de mente".

La hija única de Franco admitió que fue un padre autoritario y machista, pero hasta su muerte siempre defendió su memoria. "A mi padre que le juzgue la historia, yo no", se justificaba este año en el epílogo de una biografía novelada escrita por la periodista Nieves Herrero basándose en conversaciones con ella. "Cuando me dicen que fue un dictador no lo niego pero tampoco me gusta porque me lo suelen decir como un insulto. Sin embargo, a mi no me suena tan mal", declaró.