La princesa Isabel de Barbante, hija de los reyes Felipe y Matilde de Bélgica y heredera al trono de esa monarquía constitucional, señaló ayer con motivo de su 18 cumpleaños que el país "podrá contar" con ella. "Paso la barrera de los 18 años con optimismo. Todavía tengo mucho que aprender, quiero aplicarme en los próximos años. Quiero intentar comprender mejor el mundo. El país podrá contar conmigo", dijo la princesa Isabel en una solemne ceremonia en presidencia de sus padres, visiblemente emocionados y cogidos de la mano.

La primogénita de los cuatro hermanos de los reyes de Bélgica, primera en la línea de sucesión al trono de un país en el que la jefatura del Estado es hereditaria desde 1831, pronunció esas palabras durante una ceremonia en la Sala del Trono del Palacio Real que aplaudió durante largo rato su intervención.

"Agradezco a los jóvenes que acaban de hablar por sus bellos mensajes llenos de lucidez y sabiduría, comparto sus preocupaciones por el clima, tengo fe en el futuro", agregó la futura reina de los belgas, en un guiño a la ola de manifestaciones ecologistas juveniles que han desfilado por las calles del país en el último año.

Isabel de Barbante, a quien la el diario belga Le Soir describe como "muy elegante y sonriente" durante su intervención, aseguró que la celebración de su 18 cumpleaños, que supone el paso a la mayoría de edad, será un momento inolvidable para ella.

"Este momento permanecerá siempre grabado en mi memoria. Pienso en mi familia, siempre ahí para animarme. Formamos un equipo formidable con mis hermanos y mi hermana. Gracias, mamá, por tu disponibilidad y escucha. Gracias, papá, por tu confianza. Sé que siempre podré contar contigo", dijo la princesa, nacida en 2001.

Primera heredera al trono de Bélgica educada en neerlandés y dominadora también del francés y el alemán, asimismo oficiales en Bélgica, además de inglés y hermana de los príncipes Gabriel (2003) y Manuel (2005) y de la princesa Leonor de Bélgica (2008), la nieta de Alberto II celebró su cumpleaños con algunos de los que fueron sus profesores, magistrados y también con 80 jóvenes de diferentes puntos de Bélgica nacidos en su mismo año. Además de la princesa, tomó la palabra en la ceremonia su padre, el rey Felipe de los belgas, de 59 años y jefe del Estado desde la abdicación de Alberto II en 2013.

"Tu madre y yo estamos muy contentos de tenerte por hija. Estamos orgullosos de ti y de la manera en que te tomas la vida. No tengas miedo de avanzar y de superar todos los desafíos. Son ocasiones de encuentros más profundos con uno mismo. Brillas, tienes calidad", dijo el rey Felipe. El monarca recordó también el momento en el que él cumplió 18 años como un período en el que le asaltaban dos grandes dudas. "¿Quién soy verdaderamente y qué puedo hacer con mi vida? Estoy seguro de que también te haces esas preguntas, como todos los jóvenes de tu edad. Despliega tus alas, se feliz. Es lo que te deseo y lo que deseamos todos", agregó el jefe del Estado en una ceremonia en la que su hija recibió el Gran Cordón de la Orden de Leopoldo, la máxima distinción del reino de Bélgica.

Animó la celebración la artista Blanche, representante de Bélgica en el Festival de Eurovisión de 2017, quien terminó entonando un Feliz cumpleaños que hizo llorar a la reina Matilde.

La ausencia más notable en la ceremonia oficial fue la del presidente de la región de Flandes, el nacionalista Jean Jambon, de la N-VA, quien se excusó debido a una agenda política cargada en la mitad norte y nererlandófona del país. Sí asistió, sin embargo, su homólogo de Valonia, la región sur y francófona de Bélgica, el socialista y ex primer ministro Elio Di Rupo. La celebración continuará en la sala de eventos Concert Noble de Bruselas con unos 800 invitados.