El juez del caso por abusos sexuales contra el productor Harvey Weinstein en Nueva York, James Burke, dio ayer luz verde al comienzo de la selección del jurado y consideró que los cargos que se le imputaron en Los Ángeles el lunes "no son significativos", ante las preocupaciones expresadas por la defensa. La Fiscalía del Condado de Los Ángeles acusó a Weinstein de haber violado presuntamente a una mujer y haber agredido sexualmente a otra, por lo que se le ha abierto otro frente judicial.

Burke descartó una petición de la defensa para retrasar el proceso judicial o modificar el cuestionario de los potenciales jurados, pese a que el abogado Arthur Aidala aludió al "prejuicio" derivado de la cobertura mediática de su cliente y sugirió que haya "coordinación" entre las fiscalías. "No tiene significado. Cualquiera en este país puede ser denunciado, arrestado, imputado de delitos", respondió el magistrado, que ordenó que comience la revisión de 120 candidatos a jurado.

La sesión empezó con una fuerte reprimenda de Burke a los abogados de Weinstein por permitirle "enviar mensajes" por teléfono móvil en la sala, desoyendo la prohibición del Tribunal Supremo y advertencias previas, además de apuntar que tenía cuatro dispositivos en su poder. En tono recriminatorio, Burke preguntó directamente al acusado si quería "realmente ir a la cárcel de por vida por infringir una orden del tribunal" en ese sentido. Por otra parte, el magistrado denegó una petición de la fiscal para que Weinstein fuera encarcelado.