Santiago Segura regresa con Padre no hay más que uno 2: la llegada de la suegra, secuela de la película española más taquillera de 2019. El actor, de 55 años, dirige, escribe y protagoniza la cinta, que se estrenó ayer desafiando a la pandemia y en uno de los momentos más delicados para los cines. Pese a este contratiempo, ha decidido mantener la fecha de lanzamiento y dar con su trabajo un impulso a las salas.

"Desde pequeñito la sala oscura ha sido mi devoción. La idea de hacer una película y que no pase por cines me da angustia", confiesa Segura a Europa Press. El intérprete reconoce que están estrenando "contra viento y pandemia", decisión que ha tomado para ayudar a una industria que le ha "dado tanto".

"Los cines necesitan producto", reivindica, aunque admite que le da "pena" ver cómo "las superproducciones norteamericanas quieren conservar sus inversiones", dejando un agosto en blanco sin películas "palomiteras" en cartel. "A mí me ha parecido necesario estrenar. Además he visto las medidas de seguridad de los cines, que están muy bien", apunta Segura.

Loles León, que encarna a la suegra del título, aboga por "normalizar estos momentos difíciles para poder salir adelante", y eso pasa por seguir disfrutando del séptimo arte. "Hay que intentar tener las mismas emociones y risas que antes. Está muy bien estrenar ahora porque se empieza con esta comedia y ese es el camino que debemos seguir", señala. Para la intérprete, "hay que vivir la vida tal y como está en este momento hasta que encuentren un tratamiento".

"El cine estaba muy tocado y esto puede ser la puntilla", lamenta el realizador, que teme por el futuro de la gran pantalla. "Me daba mucha pena que esta pandemia se llevase a los cines", confiesa. Segura estaba decidido a cumplir con la fecha de estreno pese al confinamiento, que le obligó a posponer los últimos días de rodaje. "Ha sido extraño, con las mascarillas... La nueva normalidad, que yo la detesto. Espero que desaparezca muy pronto y entremos en la antigua normalidad", bromea. "Lo que no podemos es paralizarnos o deprimirnos, tenemos que salir adelante como sea. Es importante revitalizar la economía", asegura.

Además del golpe que puede suponer para la economía, el director y protagonista de la saga Torrente teme que la pandemia provocada por el Covid-19 marque un antes y un después también en la ficción. "En las películas que hagan ahora, si la gente va sin mascarilla, ¿es como si no guardasen la distancia de seguridad?", plantea.

"Es como el tabaco, que lo han prohibido para no dar mal ejemplo. Ahora cualquier cosa que sea sin mascarilla y con gente arrimada sería mal ejemplo", opina. Por su parte, Loles León se muestra a favor de que la crisis del Covid dé el salto a la pantalla. "No voy a ser yo el que lo haga", sentencia su compañero.

Novedades en el reparto

En esta segunda entrega Segura ha contado de nuevo con Martina D'Antiochia, Luna Fulgencio, Carlos González Morollón y sus hijas, Calma y Sirena, para ejercer de padre en la ficción. "Generalmente no encuentro paralelismo con los personajes pero aquí sí hay cosas de mi vida", admite.

Algo parecido responde León. "Cuando leí el guión pensé que era una gran oportunidad para demostrar lo buena abuela que soy", asegura la actriz barcelonesa, que el sábado cumple 70 años. "Me encantaría tener muchos nietos y aquí me he estrenado", añade. Para ella, la película contiene una trama universal. "Da igual que tengas niños, es una historia que llega a todo el mundo", afirma. Toni Acosta, Leo Harlem y Silvia Abril completan el reparto de este nuevo desafío de Segura a la taquilla.