La temporada de premios más extraña de la historia arrancó, la noche del sábado, con la vigésimo sexta edición de los Forqué, los galardones que otorga la Asociación de Productores Cinematográficos creados por Egeda(Entidad de Gestión de los Derechos de los Productores Audiovisuales) que suelen servir de termómetro para especular por dónde irán los tiros en la próxima edición de los premios Goya.

La debutante Pilar Palomero se convirtió en la vencedora de la noche consiguiendo el galardón a la mejor película con Las niñas, filme sobre el cambio de etapa, en la que muestra la España de principios de los noventa a través de los ojos de una preadolescente que ha de hacer frente a un sinfín de contradicciones que se cruzan en su camino y que ponen de manifiesto la tensión entre la modernidad y las viejas estructuras educativas y morales del país en ese momento.

Su triunfo fue una de las sorpresas de la noche, sobre todo porque La boda de Rosa, de Icíar Bollaín partía como máxima favorita y finalmente se fue de vacío.

Patricia López Arnaiz y su impresionante actuación en Ane también se coronaron por encima de la gran Candela Peña, situándose en una excelente posición de cara a los premios de la Academia. Javier Cámara recibió el premio al mejor actor por Sentimental, de Cesc Gay, mientras que el de mejor documental fue a parar a El año del descubrimiento, el laureado trabajo de Luis López Carrasco que también toma como punto de partida 1992 para hablar de los problemas del presente desde la perspectiva de la clase obrera.

Nuevo orden, del siempre polémico director mexicano Michel Franco, consiguió alzarse con el premio a la mejor película latinoamericana.

El palmarés lo completó Yalla, de Carlo D’Ursi como mejor cortometraje y Uno para todos, de David Ilundain, que obtuvo el Premio al Cine y Educación en Valores otorgado en colaboración con la FAD- Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.

Categorías de televisión

Es la primera vez que en los Forqué se han incluido categorías exclusivamente dedicadas a la ficción televisiva, precisamente en un año en el que las series españolas se han convertido en auténticas protagonistas de la conversación.

Finalmente, fue Antidisturbios (Movistar+), de Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña, la que se impuso a sus grandes competidoras, Patria (HBO) y Veneno (Atresmedia Player), consiguiendo además el premio al mejor actor para Hovik Keuchkerian por su papel de Salva, el veterano aquejado de problemas de espaldas al frente del polémico furgón policial.

Elena Irureta recogió su merecida estatuilla por su incontestable Bittori en Patria. Fue la premiada más aplaudida de la noche, sobre todo, por compartir el galardón con su compañera de reparto, Ane Gabarain.

La gala, presentada por Aitana Sánchez Gijón y Miguel Ángel Muñoz, homenajeó a los sectores de la sociedad que han sido claves durante la época de confinamiento.

El Premio de Honor, la Medalla de Oro de EGEDA, fue concedida a Fernando Colomo y Beatriz de la Gándara por toda su trayectoria profesional conjunta como director y productora de películas, entre las que entre otras se cuentan desde Alegre ma non troppo (1994) hasta Antes de la quema (2019).

Fue una ceremonia austera marcada por el protocolo de medidas sanitarias que marca la pandemia de la COVID-19, pero que supone el pistoletazo de salida de la temporada de galardones del audiovisual.