En el vertiginoso ritmo de la vida moderna, nos enfrentamos a numerosas preocupaciones al salir de casa, y la seguridad de nuestros alimentos en el congelador no siempre está en la parte superior de la lista. Sin embargo, un antiguo truco doméstico, aparentemente simple pero efectivo, ha pasado de generación en generación como una forma ingeniosa de asegurar que nuestros alimentos congelados estén a salvo. Poner una moneda encima de un hielo en la nevera al marcharte y verificar su posición al regresar puede ser la clave para prevenir desastres alimentarios y garantizar la frescura de tus provisiones. ¿Cómo funciona este ingenioso truco y cuál es su importancia?