Se llama Boncuk y esta perra de 9 años corre hacia una hospital en Turquía, donde está hospitalizado su dueño. El hombre de 68 años ingresó el pasado 14 de enero con una embolia. La perra corrió tras la ambulancia y de aquí no se movió. Un día tras otro esperando volver a ver a su amigo. Cada día llega por la mañana y no se va hasta por la noche, dice. Cuando la puerta se abre, mira dentro esperando ver a un paciente muy especial. Y ese día ha llegado. Cemal, en silla de ruedas, acaricia a Boncuk, feliz y cumpliendo lo de que el perro es el mejor amigo del hombre.