Transcurridas las elecciones generales del 26 de junio, y una vez vistos los resultados de las mismas, observo que todo sigue igual, salvo que el PP ganó unos cuantos diputados más, que perdió el PSOE y C's. En definitiva, lo único importante que parece que resultó como favorable e interesante para la mayoría de los españoles es que, por fin, el candidato del partido ganador, el actual presidente en funciones, Sr. Rajoy, ha tomado la decisión de aceptar, si le llama D. Felipe VI, el tratar de trabajar y reunirse con los demás representantes de los partidos políticos con representación parlamentaria, al objeto de conseguir los apoyos suficientes para formar un gobierno más o menos estable para los próximos cuatro años. Es decir, lo mismo que tenía que haber hecho hace seis meses y no se atrevió o le faltaron agallas para intentarlo. Sigue, igual que en diciembre del año pasado, el apoyo por acción o por omisión, de al menos tres de las fuerzas políticas. En consecuencia, entiendo que tanto estaba legitimado en el 2015 como en el momento actual para llevar a cabo la gestión que, como fuerza política que ganó las elecciones, tenía que hacer para que en el mejor de los casos no nos viéramos abocados a la celebración de otras elecciones.

En las nuevas negociaciones que se tienen que realizar, espero y deseo que se plasmen en los correspondientes acuerdos asuntos que considero de trascendental importancia para la regeneración de la vida democrática en nuestro país, tales como:

1º.- ¿Se suprimirán o no las diputaciones?

2º.- ¿Se fusionará o no, al menos el 30% de los ayuntamientos de España, para que no haya más de 5.500?

3º.- ¿Se reformará o no la ley electoral, y se suprimirán los aforamientos?

4º.- ¿Se derogará la reforma laboral?. ¿Tendremos un nuevo Estatuto de los Trabajadores?

5º.- ¿Se suprimirá o no, la llamada ley mordaza? ¿Y el copago farmacéutico?

6º.- ¿Volveremos a tener una sanidad de manera universal?

7º.- ¿Se reformará el Senado, para convertirla en una Cámara territorial?

8º.- ¿Dejará de ser política partidista, la elección de los miembros del Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional y Audiencia Nacional?

9º.- ¿El nombramiento del presidente y director de la RTVE dejará de ser un nombramiento político, y dispondremos de un medio de comunicación verdaderamente público, libre y apolítico?

10º.- ¿Se harán más recortes en materia de sanidad, educación o emergencia social?

11º.- ¿Va a llevar a cabo una reforma fiscal verdaderamente proporcional a los recursos de los sujetos pasivos?

12º.- ¿Se dotará de más medios humanos y materiales a la administración de Justicia, Trabajo y Hacienda?

Ilustrísimos negociadores, por favor, háganlo, por el interés de los españoles.

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