El Ministerio de Defensa todavía tiene cuentas pendientes en la Fábrica de Armas. Cuestiones que condicionan el futuro inmediato de la factoría y su permanencia activa de la ciudad. Por ello los sindicatos no consienten que el departamento se desvincule del porvenir de la planta de armamento; es por ello que recuerdan a Defensa su papel en las decisiones que deben determinar la continuidad de la producción de la factoría.

Los argumentos del ministerio para desentenderse del futuro de la Fábrica de Armas chocan de manera frontal con una de las vinculaciones que Defensa mantiene con la factoría local, y que los sindicatos entienden como fundamental: el Estado todavía es el propietario de los terrenos de Pedralonga sobre los que se asienta la planta de producción de armas. Pueden introducirse matices. De hecho los hay, como reconoce el presidente del comité de empresa de la fábrica, Roberto Teixido. Pero las conexiones de Defensa, por mucho que el Gobierno diga que no puede inmiscuirse en "asuntos o decisiones que afectan a una empresa privada y sobre la que no ostenta ninguna propiedad ni dispone de información sobre previsiones de futuro", como respondió a una pregunta en el Congreso de los Diputados del representante del BNG, se extienden a otros ámbitos.

Propiedades sí tiene, los terrenos representan el mayor exponente. Pero además Teixido recuerda que el Ministerio todavía es dueño de las "instalaciones y de algunas de las tecnologías" existentes actualmente en la planta que gestiona la compañía General Dynamics tras la privatización y posterior venta de la pública Santa Bárbara Sistemas. No sólo eso, sino que el Gobierno central mantiene la clasificación de la fábrica como una "empresa estratégica para la defensa nacional", en palabras de Teixido.

El alejamiento ministerial del futuro de la Fábrica de Armas supone además, según los sindicatos, un foco de "incertidumbre" al plan de empresa que actualmente se está negociando entre la directiva y el comité. Descartado por "presiones políticas", de acuerdo a Roberto Teixido, el proyecto de transformación acordado en un principio y que según los sindicatos implicaría incluso el aumento de la plantilla, Defensa sería parte necesaria en la firma de la versión que se está ultimando durante estas semanas y que el comité de empresa espera poder presentar en septiembre. Las esperanzas de Teixido, comprobada la postura manifestada por Defensa, es que por no formule "inconvenientes" a este segundo plan.

La situación, sin embargo, no es nueva para los sindicatos. Teixido recuerda que el Ministerio tampoco se "posicionó" cuando General Dynamics planteó que tan sólo mantendría la actividad en la planta a menos que se le facilitase el traslado a uno de los polígonos industriales repartidos por la ciudad. Y facilitar quería decir que fuera Defensa quien asumiese los costes de la mudanza.

La posibilidad del traslado a otras dependencias es la baza por la que apuestan empresa y trabajadores. También el Ayuntamiento, hasta el punto de que reservó los terrenos del antiguo Cuartel de Automóviles del polígono de A Grela para el traslado en el nuevo Plan General de Ordenación Municipal (PGOM). General Dynamics desea que la marcha hacia A Grela se produzca el año que viene.

De experimentarse un giro en la situación y cambiar de postura el ministerio, aceptando los acuerdos adoptados entre la directiva y el comité de empresa, la fábrica de armas se trasladaría a una parcela de 50.000 metros cuadrados, frente a los 230.000 de los que dispone actualmente en Pedralonga. A pesar de todo, la alternativa de A Grela en vista de un posible traslado no es la única disponible. También cabría la posibilidad de moverse a un solar en el polígono del Espíritu Santo, en los municipios de Cambre y Sada, propiedad de la Sociedad Estatal de Promoción y Equipamiento de Suelo (Sepes).