El Juzgado de lo Social número 2 de A Coruña ha fallado a favor de la plantilla de Bunge Ibérica y condenado a la empresa a conservar a los empleados de la planta en las mismas condiciones y puestos que antes de que estallara el conflicto. La juez tomó esta determinación al considerar que la orden de traslado impuesto por la empresa era improcedente.

La magistrada ha estimado sólo en parte el recurso presentado por los trabajadores, que solicitaban la nulidad de la orden y, de forma subsidiaria, su improcedencia. La sentencia, que se dio a conocer la mañana de ayer, ha sido acogida con alivio por la plantilla, que no perdió la oportunidad de recordar que es "la segunda vez que la Justicia les da la razón".

Bunge Ibérica, por su parte, ha anunciado ya su intención de recurrir el fallo ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Un portavoz de la planta puntualizó ayer que el proceso afecta sólo a 21 trabajadores de la planta, ya que parte de la plantilla se ha acogido a otras alternativas o se incorporará en breve a otras plantas de la compañía.

En el juicio, celebrado el pasado 18 de septiembre, los sindicatos que representan a la plantilla de Bunge -CIG y CCOO-exigieron la nulidad de la orden de traslado a otras factorías, al considerar que se incurriría en un fraude de ley, ya que se incumplirían los requisitos necesarios de mejora de la empresa.

Los representantes legales de Bunge Ibérica sostuvieron, en cambio, que la planta cullerdense "no es viable, no tiene futuro y que los trabajadores son conscientes de ello". El director comercial de la multinacional en España, Javier Massó, atribuyó, en parte, a la reducción del área de cultivo de la soja la inviabilidad económica de la factoría. Bunge mantuvo además que la reforma de la fábrica era inviable.