El nuevo curso escolar ha empezado con mal pie, según aseguran los miembros de la Federación Galega de Directivos de Ensino Público. El presidente de la federación, José Antonio Pardo Cuñarro, se acercaba la pasada mañana a la Delegación de la Xunta junto con varios representantes más, para hacer pública su queja. "Nuestra finalidad no es para nada política, sólo tenemos que organizar los centros educativos", asegura Pardo Cuñarro.

El motivo que reunía a los integrantes de las tres asociaciones educativas -de A Coruña, de Santiago de Compostela y una general en representación de toda la provincia- fue la solicitud de la gratuidad de los libros de texto por parte del alumnado de la provincia de A Coruña. "Hoy es el último día para recoger las solicitudes y venimos a la delegación para entregarlas", explicaba ayer el presidente de la federación.

La gratuidad de los libros era el tema de conversación pero lo que realmente provocó el enfado de las diferentes asociaciones fue la falta de apoyo recibida por el Gobierno autonómico. José Antonio Pardo explicaba indignado cómo se les había negado a las asociaciones una entrevista con el conselleiro para hablar sobre el tema. "No nos quisieron conceder ninguna entrevista, y como no podemos poner los datos de las solicitudes como quiere la consellería, vamos a entregar todos los papeles tal como nos los entregaron las familias porque el nuestro no es un trabajo político", afirmaba Pardo Cuñarro.

Este ha sido un inicio de curso con contratiempos, tanto en la gratuidad de los libros como en temas de profesorado, transporte o comedores escolares, según los responsables de la federación. "Es un inicio de curso complicado. Tienen que entender que no podemos encargarnos de temas democráticos", afirmaba el presidente de la Asociación de A Coruña, José Antonio Iglesias Calviño, tras entregar sus solicitudes en la delegación. "En Educación Primaria todos los directores ejercen también de profesores. El horario es muy restringido y no tenemos tiempo para todo", añadía José Antonio Iglesias.

El problema en temas de tramitación de solicitudes también provoca el enfado de los padres que se quieren acoger a este servicio de gratuidad ya que en muchas ocasiones no consiguen que les entreguen los libros con rapidez. "En su día le dijimos a la anterior Xunta que no podíamos tener tanto trabajo, y lo único que hicieron fue echarnos a los padres encima. Nos echan la culpa siempre que no tienen los libros a tiempo y nuestra función es encargarnos de la formación de equipos directivos", explicaba José Antonio Pardo.