Hasta 2010. Feijóo ha puesto fecha al debate que, durante años y años, ha enfrentado, unido y vuelto a enfrentar a políticos, rectores, médicos y alumnos: el de la implantación de la titulación de Medicina en la ciudad.

Con un "este año no toca", el presidente de la Xunta zanjó la conversación que le obligaba a hablar de una antigua demanda de la Universidad coruñesa.

Aseguró el jefe del Ejecutivo autonómico, que este año, el mapa de las universidades gallegas se quedará tal y como está y que su modificación, si llega a producirse, se realizará no sólo "con el consenso de las tres universidades" sino también con "altura de miras" a partir del próximo año.

Caducadas estarán quizá para entonces las propuestas del rector coruñés, José María Barja, o de la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, que esta semana proclamaba como solución al debate la implantación de una "titulación compartida" por las tres universidades gallegas.

No será hasta el 2010 cuando la Xunta decida debatir sobre si la titulación de Medicina se merece o no estar doblada en el sistema universitario gallego y es que el año que viene es el que marca el límite de las universidades para adaptarse al espacio europeo.

"Lo que me preocupa ahora es cómo ayudarles en la intensa bajada de recursos para su presupuesto de 2010", admitió Feijóo y negó que las universidades pertenezcan a las ciudades en las que están asentadas, sino que defendió que forman parte de un colectivo mayor: "los gallegos".

El rector de la Universidad coruñesa, José María Barja, aseguró -antes de que Feijóo hubiese zanjado el debate hasta el próximo año- que la institución académica coruñesa y la infraestructura sanitaria de la ciudad ofrecen garantías para implantar la titulación o, cuando menos, para que se desarrollase lo que, antes del Plan Bolonia, se llamaba el segundo ciclo de Medicina.

"Lo importante es que Galicia pueda salir de la crisis", concluyó el presidente autonómico, al salir del Consello de la Xunta.

El debate queda aplazado hasta el próximo año, cuando regirán sólo las directrices de Bolonia.