Rosa Rey Pousada es experta en anorexia y alcoholismo. Esta psicóloga clínica trabaja en el hospital de día del Teresa Herrera de A Coruña. En 2005 realizó una actividad con un grupo de alumnos de entre 15 y 16 años de un colegio privado de la ciudad ya que la dirección del centro estaba preocupada por el problema del botellón. Ayer expuso las conclusiones de su trabajo con los jóvenes, algunas sorprendentes.

-Los adolescentes le dijeron que el botellón no les gustaba especialmente.

-Sí, dijeron que no era lo que más les divertía, les gustaba más ir al cine, de compras, ir a cenar... La conclusión que saqué es que los jóvenes de hoy en día no son muy diferentes a los de antes, buscan integración social y la posibilidad de ligoteo. Al estar en multitud la responsabilidad se diluye y se fomenta el anonimato. Lo que sí es nuevo es que se ocupe espacio público. Van a la vía pública porque allí no tienen límites ni restricciones. En los locales no les venden alcohol a cierta edad y en la calle pueden beber sin problema.

-Asegura que se ha exagerado el problema del botellón.

-El botellón en sí no tiene tanto problema como parece para los jóvenes. Es uno de los ritos que marcan el tránsito del adolescente a la edad adulta. Lo que es peligroso es la edad a la que lo hacen, cada vez más temprana. No es que los niños se hagan mayores antes sino que hacen cosas de mayores antes. El alcohol hoy es lo que el sexo para las anteriores generaciones.

-El Concello oferta ahora un programa de ocio alternativo nocturno. ¿Qué le parece?

-A mí me parece demasiado intervencionismo. Por un lado se les dice haced lo que queráis y por otro se intenta regular. Las autoridades competentes para educar son la familia y la escuela. Otra cosa es el orden público. Si montan bronca o deterioran el mobiliario público, ensucian, entonces sí que hay que intervenir y no ser proteccionista con los jóvenes. Hay mucha alarma con el botellón porque nos fijamos en las conductas más llamativas, pero la mayoría de los jóvenes rechaza estas conductas, que se ensucie, se moleste a los vecinos.