La mayoría de las antenas de telefonía móvil de cuya existencia en la ciudad advirtió el urbanista Joan Busquets antes de presentar el documento del plan general permanecen instaladas y los vecinos que sufren por su presencia continúan protestando. El último caso de supuestas molestias ocasionadas por este tipo de instalaciones es el de un residente de la calle Claveles, en el Barrio de las Flores, que asegura que su mujer sufre problemas de salud a causa de un poste de comunicaciones ubicado a escasos metros de su piso.

"El principal problema es que no estamos tranquilos por la salud. Mi mujer tiene dolores cervicales y de cabeza y yo estoy convencido de que es por culpa de la antena, porque antes no los tenía", declara este vecino, que habita en el noveno piso del número 3 de la calle Claveles y que, por motivos laborales, prefiere mantenerse en el anonimato.

El residente del noveno piso de este inmueble, aunque fue el primero en alertar sobre los riesgos que implica la presencia de una antena tan cerca del edificio, cuenta con el apoyo de otros vecinos que están de acuerdo con sus críticas y que están dispuestos a renunciar al dinero que paga la compañía a la que pertenece el poste.

El portavoz de los vecinos contrarios a la antena, sin embargo, reconoce que hay algunos residentes que prefieren seguir cobrando de la compañía telefónica a pesar de los supuestos riesgos para la salud que implica la proximidad de la antena. "La mitad queremos que la retiren y la otra mitad está a favor de que haya una antena si pagan más. A mí por el dinero no me van a comprar", declara.

Los miembros de la comunidad de vecinos, a pesar de esta discrepancia, han rechazado de forma unánime la pretensión de la compañía de ampliar la instalación a partir de septiembre, mes en el que finalizará el contrato y en el que se hará necesaria la firma de un nuevo de acuerdo para que la antena permanezca en el mismo lugar.

"Hay vecinos que, por dinero, no se oponen a la antena, pero la idea de duplicar las instalaciones que propuso la empresa no le parece bien a nadie", comenta el portavoz de los residentes más críticos sobre las conclusiones alcanzadas tras una reunión de la comunidad mantenida para debatir el problema de la antena.

La antena que ha desatado la polémica en el edificio de la calle Claveles está incluida en el informe de Busquets sobre la presencia de postes de comunicaciones peligrosos cerca de centros escolares y edificios públicos. La proximidad de cuatro colegios y un ambulatorio es la causa por la que el urbanista catalán ha recogido esta instalación en su estudio.

El autor del plan general alertó el pasado año de la existencia de un total de 27 instalaciones de telefonía que están ubicadas en las proximidades de colegios, ambulatorios, parques, residencias y centros geriátricos. El urbanista catalán recomendó al Concello que controlara la proliferación de este tipo de antenas después de advertir de que, según los datos municipales, está prevista la instalación de otros 28 postes.

Busquets recoge en su informe las mismas críticas que el residente que inició las protestas por la antena ubicada en la calle Claveles, pues explica que las radiaciones electromagnéticas de las estaciones pueden ocasionar problemas de salud a los residentes si están situadas a menos de cien metros de los hogares.

Antecedentes

Los vecinos de la calle Claveles no son los primeros que protestan por la presencia de antenas de telefonía cerca de sus hogares. Los residentes del número 15 de la calle Pastor Díaz, que conecta el Forum Metropolitano con Ramón y Cajal, advirtieron hace unos meses de la existencia de un poste sin licencia en la cubierta de su edificio.

Los afectados de esta zona iniciaron las protestas al descubrir que la compañía telefónica iniciaba las obras para la colocación de la antena sin haberles informado y sin haber presentado ningún documento. La antena permanece en el tejado, pero no podrá operar hasta contar con la licencia municipal.