Un barrio "invisible" y "sistemáticamente ignorado" por la administración con viviendas que incumplen las condiciones de habitabilidad, sin iluminación en sus calles y cuyo único equipamiento es el centro cívico. Así describió ayer el colectivo de arquitectos Desescribir el barrio de O Campanario, en el que hay una "alta cohesión social".

Los miembros de la entidad trabajaron durante 15 días con los habitantes de la zona y mejoraron algunas de sus infraestructuras. Con la ayuda de los vecinos limpiaron y desbrozaron, señalizaron el barrio y mejoraron los espacios públicos y el centro cívico. "Es el primer paso para mejorar la situación, pero aún queda mucho por hacer porque el barrio está abandonado desde hace décadas. Hay muchas cosas que deben de ser abordadas por la administración", aseguró uno de los arquitectos, Macario Iglesias, quien también exigió que los servicios sociales apoyen a O Campanario con programas educativos, sanitarios y de inserción laboral.

En el barrio, según los datos de Desescribir, viven 280 personas, de las que 80 son menores de 12 años. "Habita gente de diversas etnias. La convivencia entre payos y gitanos es fantástica. Los vecinos se sienten muy representados por su asociación, que es muy activa", afirmó Felipe Riola, uno de los encargados de realizar el estudio. Los residentes en O Campanario colaboraron con los arquitectos y asistieron ayer en Caixa Galicia a la conferencia en la que expusieron su trabajo. Los vecinos, al igual que los arquitectos, reclaman que O Campanario deje de ser "invisible" para el Ayuntamiento.