El Ayuntamiento rebaja sus previsiones de construcción de nuevas viviendas. La revisión del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) reduce un 20% las aspiraciones del Gobierno local para la expansión de la oferta inmobiliaria en los próximos doce años. La cifra disminuye de los 33.900 nuevos pisos formulados como objetivo en el documento de inicio del plan a los 27.000 que contiene el documento aprobado ayer por la Junta de Gobierno Local. El Ayuntamiento responde con este descenso a la exigencia de la Xunta de que justificara sus previsiones iniciales de construcción de viviendas.

Esta contención inmobiliaria constituye la principal modificación sufrida por el plan general antes de encarar la última etapa de su tramitación. En su informe previo, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas había condicionado su visto bueno al nuevo PGOM a que, entre otros aspectos, el Ayuntamiento justificara su previsión de nuevos pisos. El Gobierno local ha preferido rebajar sus pretensiones en "respuesta a la esencia del plan, en el que la capacidad residencial se mide en personas, no en cemento", explicó ayer la concejala de Urbanismo, Obdulia Taboadela, en su rueda de prensa conjunta con el alcalde, Javier Losada, para informar de la aprobación del planeamiento.

Esa reducción de 6.900 viviendas, según la edil, lejos de concentrarse en unos pocos polígonos se repartirá por toda la ciudad. Tanto la concejala como el alcalde remarcaron que la Xunta no consideraba excesiva la proyección de viviendas, "sino que pedía aclaraciones", y que los 27.000 pisos a construir en doce años representan la mitad de los 65.054 que el plan sectorial de vivienda de la Xunta preveía para la ciudad de 2008 a 2017.

El Ayuntamiento, en el informe propuesta para la aprobación del PGOM, argumenta que el desarrollo máximo del plan "supondría un crecimiento del 30% en viviendas totales" respecto a la cifra actual. Este incremento, remarca, resulta "sustancialmente inferior" a los que la Xunta acaba de aceptar en los nuevos planes generales de Vigo (133% más de pisos) y de Santiago de Compostela (83%). El Ayuntamiento argumenta que su previsión es "contenida, coherente con la propuesta de sostenibilidad y calidad urbana". Una "parte importante del desarrollo" de viviendas recogido en el plan general se nutrirá, según la Administración local, de "la transformación de piezas urbanas obsoletas" y de "la optimización del uso del suelo urbanizable con densidades adecuadas".

Aprobación provisional en verano

El alcalde alega "haber dado respuesta a todas las peticiones y aclaraciones" planteadas por la Consellería en su dictamen previo y, por ello, cree que "lo lógico es que la tramitación en la Xunta sea ahora rápida". La cita más inmediata del plan será el martes, cuando lo aprobará inicialmente la Corporación local gracias a los votos favorables de PSOE y BNG, socios de gobierno. El Ayuntamiento abrirá un plazo de dos meses para la presentación de alegaciones y recabará los informes de todas las administraciones implicadas. La aprobación provisional por parte del pleno se realizará en verano y, después, sólo faltará el visto bueno definitivo de la Xunta para la entrada en vigor de un plan concebido para un horizonte temporal de una docena de años, de 2010 a 2022.

El periodo de validez del planeamiento había sido otra de las objeciones de la Xunta, que había reclamado la concreción de un "horizonte temporal, no superior a doce años". La concejala de Urbanismo expuso que los planes generales "no tienen una caducidad por ley". Aunque el Ayuntamiento reconoce al documento una "vigencia indefinida", establece "doce años" para su "desarrollo", "sin perjuicio de modificación o revisión".

Tras negociar con la Xunta, el Ayuntamiento ha decidido mantener dos aspectos cuestionados con la Xunta: la previsión de la financiación que deberá aportar cada administración para ejecutar el plan -el Gobierno gallego exigió que quedara acreditada la conformidad de las otras instituciones- y el desarrollo urbanístico de los muelles, las estaciones de tren y autobuses, y la fábrica de armas a través de convenio, aunque esos acuerdos no serán válidos para recalificar esos suelos, precisa el Ejecutivo local.

Durante la tramitación de la revisión del plan general y, en algunos casos, antes de la decisión de modificar el documento, el Ayuntamiento suscribió varios convenios para el desarrollo urbanístico de distintas áreas de la ciudad. Esos acuerdos, ya firmados, figuran como anexo del proyecto de planeamiento que ayer aprobó la Junta de Gobierno Local. Algunos ya eran conocidos, pero de uno en concreto apenas se habían deslizado intenciones políticas: la reserva de suelo en A Grela-As Rañas para la implantación de la denominada Ciudad de la Tecnología.

Según el informe propuesta que el Gobierno local elevará a pleno para la aprobación inicial del nuevo planeamiento, este convenio urbanístico ha sido sellado este mismo año "para la ordenación y ejecución de un sector de suelo urbanizable delimitado para la creación de la Ciudad de la Tecnología y del parque alto en A Grela-As Rañas". El Ejecutivo aspira a convertir este enclave en un nuevo eje del desarrollo empresarial, educativo e investigador ligado a las nuevas tecnologías.

Sin nueva gasolinera en Os Rosales

El informe propuesta nada concreta de este proyecto ni de los referidos a los otros convenios urbanísticos que completan la documentación del plan general. Dos afectan al barrio de Os Rosales. El pactado en noviembre de 2007 con Galp Energía España permitirá reubicar en otro punto de A Coruña la gasolinera cuya construcción ya estaba autorizada; por el más reciente, de 17 de noviembre pasado, Maderas Peteiro se compromete a retirar su fábrica de Os Rosales en un máximo de cuatro años a cambio de la recalificación de parte de ese suelo como residencial.

Otros convenios que figuran en el anexo son los sellados para la reordenación de los muelles que quedarán liberados con la construcción del puerto exterior, para la conversión de la estación de San Cristóbal en intermodal y para la creación del Museo de Automoción e Historia. Por este último acuerdo, el Ayuntamiento cederá suelo en Bens a la Fundación Jorge Jove para levantar el museo.