Ya vienen los Reyes, con el aguinaldo... aunque a A Coruña -a diferencia de a Belén- no traerán ni oro ni incienso ni mirra, sino caramelos, muchos caramelos para todos los gustos y paladares. Nada menos que 3.500 kilos de dulces que podrán consumir también los alérgicos al gluten.

No falta nada, apenas unas horas para que Melchor, Gaspar y Baltasar recorran las calles de la ciudad, desde la estación de ferrocarril de San Cristóbal hasta la plaza de María Pita, donde, como cada año, dirigirán un discurso a los pequeños.

Entre las páginas de los libros de cuentos quedan ya los tiempos en los que los tres magos perseguían la estrella que les llevaba al pesebre montados en sus camellos, la experiencia del pasado año les debió gustar tanto que, una vez más, los de Oriente llegarán a la ciudad montados en un tren y es que, ya lo dicen las abuelas, "renovarse o morir".

Pondrán sus mágicos pies en los andenes de San Cristóbal a las cinco y media de la tarde donde les recibirá el concejal de Fiestas, Carlos González-Garcés y, desde allí, recorrerán la ciudad montados en sus carrozas de colores; pero los tres de Oriente no estarán solos en este largo trayecto que tendrá su última estación en la plaza de María Pita, porque con ellos irá su séquito, formado por más de quinientas personas.

La cabalgata la encabezarán tres quad-camellos en los que se desplazarán los carteros reales, que se encargarán de transportar las misivas enviadas por los niños coruñeses y que serán atendidas por Sus Majestades en cuanto terminen su paseo por la ciudad. Tras los carteros reales, irán trece carrozas y dos trenes, además de siete agrupaciones artísticas y de colaboradores como los heraldos a caballo de la Sociedad hípica, el Grupo de la Asociación Golfos Ártabros Escúter Clube, los figurantes Scouts San Jorge 33 y la Agrupación de motos Harley Davidson.

Tardarán dos horas en llegar a la plaza de María Pita y, como cada año, el alcalde, Javier Losada, les recibirá y les brindará el balcón del Palacio Municipal para que se dirijan a los que, con la cabeza alzada y de pie, en la plaza de María Pita, no podrán resistir la tentación de decirles adiós con las manos a esos hombres mágicos de guantes y sonrisa blancos que tienen la capacidad de llegar -cada noche del cinco al seis de enero- a todas las casas y dejar un regalo a pequeños y mayores.

Los que quieran coger caramelos -los hay que han depurado tanto la técnica de la cabalgata que llevan bolsas vacías y vuelven a casa con ellas llenas de dulces y hasta abuelas que aleccionan a sus pequeños en la caza al vuelo y que les enseñan a utilizar el paraguas como arte de pesca- han de colocarse, bien en la estación de ferrocarril, bien en las calles Marqués de Figueroa, Fernando Rey, Alexandre Bóveda o en las plazas de Cuatro Caminos y A Palloza o bien en Primo de Rivera, Linares Rivas, los cantones, la avenida de La Marina, la de Montoto, en la calle María Barbeito o, como última posibilidad, en María Pita, donde se terminará el itinerario y donde los Reyes pronunciarán un discurso dedicado a pequeños y mayores.

El Ayuntamiento recomienda a los vecinos que utilicen el transporte público para moverse hoy por la tarde por la ciudad y a los conductores que circulen por calles alternativas a las que utilizarán los Magos de Oriente para saludar a sus vecinos y anuncia que cerrará al tráfico las vías por las que pasará el desfile, aunque las irá abriendo según se aleje la comitiva de Melchor, Gaspar y Baltasar, para evitar molestias a los automovilistas.

Luces, caramelos, sonrisas, algún que otro llanto -que siempre los hay entre los más pequeños-, sonrisas, juegos, manos al aire y sueños hechos realidad invadirán las calles durante las dos horas que durará la cabalgata y es que, para los que se acuestan con la emoción de dormirse cuanto antes para que los Reyes no se olviden de pasar por sus casas y para los que todavía dudan de si es mejor dejar leche o una copa de cava para los camellos, ver a Melchor, Gaspar y Baltasar en sus tronos luminosos, pisando la misma plaza en la que ellos juegan los domingos y seguidos de camellos, caballos y motos es como abrir los ojos y estar dentro de un libro de cuentos o de un sueño que sólo dura unas horas y que no se vuelve a repetir hasta el próximo año.

El Concello aportará seis carrozas -Cielo de sol y nubes; Coche de regalos; Barco de regalos y los tronos de los Reyes- y, las otras, están patrocinadas por diferentes entidades de la ciudad. Caixanova llevará una fábrica de caramelos; el centro comercial de Os Rosales una Cenicienta; Caixa Galicia exhibirá al personaje de animación Nico y El Corte Inglés, una carroza a la que ha bautizado como Christmas Planet.

Son miles los vecinos que, cada año, bajan a las calles de la ciudad para ver de cerca, aunque sólo sea un momentito, a Melchor, Gaspar y Baltasar, a esos tres sabios salidos de la Biblia que mantienen viva la tradición de hacer realidad los sueños de los más pequeños, cada noche del cinco al seis de enero, y que se guían por las estrellas.

Más de medio centenar de niños recibieron ayer la visita de los Reyes Magos en la lonja, y es que Sus Majestades quisieron hacer una arribada a la ciudad también por mar y se embarcaron en un remolcador de la empresa Certosa para, una vez en tierra, repartir regalos y caramelos entre los hijos de los trabajadores de la Autoridad Portuaria y de la lonja. Los pequeños participaron en una fiesta con los magos. / Redacción