Una inundación de aguas fecales, la enésima en los últimos diez años, arruinó el pasado viernes la sede del Grupo Scout Hércules en la calle Nuestra Señora de la Luz, en el barrio de la Sagrada Familia. La del viernes no fue la primera ocasión en que el local que utiliza la agrupación aparecía cubierto de agua, pero sí en que los daños son verdaderamente cuantiosos, según lamentan sus voluntarios.

La causa del problema se encuentra en el cruce de varias tuberías pertenecientes al alcantarillado que vierten a la sede de los scout al encontrarse ésta más bajo que otros inmuebles de la calle. Lo que en anteriores ocasiones se había saldado con desperfectos que apenas ascendían a mil euros, podría dispararse ahora hasta una cifra cercana a los 12.000 euros, según los cálculos de los responsables de la agrupación. Hasta ahora, el Ayuntamiento siempre se ha hecho responsable de los daños provocados por las inundaciones, pero el problema se encuentra en que la Administración abona con posterioridad las facturas de las reparaciones, alrededor de un año. La cuantía de los arreglos permitía a la asociación hacer frente a su pago y esperar a que el Ayuntamiento le abonase posteriormente la cantidad, pero esta fórmula no es posible para este caso sin comprometer el funcionamiento del Grupo Scout Hércules, que actualmente agrupa a más de setenta personas entre voluntarios y socios.

La inundación de fecales, enumeran desde la asociación, ha arruinado el suelo del local, parte de las paredes y las puertas, además de instrumentos musicales. El suceso de la semana pasada también obligó a suspender las actividades que todos los sábados organizan en la sede cedida en su día por el Patronato de la Sagrada Familia.

La asociación reclama ahora a la empresa municipal de aguas (Emalcsa) que solucione de manera definitiva los problemas que causan en este punto del barrio varias cañerías del alcantarillado defectuosas desde hace años.