El Ayuntamiento contará "pronto" con la figura del mediador vecinal; un objetivo que, ya el año pasado, habían reclamado casi 4.000 afectados por los ruidos que se generan en sus viviendas colindantes. Desde la Concejalía de Participación Ciudadana aseguran que el Concello se encuentra ahora en el proceso necesario de "ultimar" las gestiones para poner el servicio en marcha y que, en cuanto este trámite se haya terminado, empezará a funcionar a diario.

Los que habían reclamado la presencia de esta especie de juez de paz no ven el día en que puedan sentarse tras una mesa para explicarle al mediador los problemas que les ocasionan sus vecinos y, más todavía, cuando la responsable de Participación Ciudadana, Margarida Vázquez (BNG), les había prometido que esta figura profesional empezaría a consultarles antes de que se terminase el año 2009.

Hace ya cinco años que otras ciudades como Madrid cuentan con mediadores similares al que ofrecerá el Concello de A Coruña a sus vecinos. Sus funciones se limitarán a intentar arreglar, por la vía del diálogo, los pequeños conflictos que, cada día, surgen entre las comunidades de vecinos y que, hasta ahora, se quedaban en nada porque, según denuncia la promotora de la iniciativa popular para crear la figura del mediador, Ana María Montero, los policías no tenían potestad para actuar más allá de la tramitación de una denuncia de un residente contra otro.

La sede del mediador estará en el barrio de O Birloque y a ella se podrán acercar todas las personas que, como Montero, no vivan encantadas con los vecinos que les han tocado en suerte y quieran encontrar una solución a los pequeños problemas de cada día.

Televisiones muy altas, los muebles que se arrastran constantemente por el suelo, perros que no cesan de ladrar, coches mal aparcados en los garajes compartidos y que restan margen de maniobra a los demás usuarios del inmueble y hasta el taconeo incesante de los vecinos de arriba serán algunos de los problemas en los que tendrá que intervenir el personal de la Concejalía de Participación Ciudadana o, cuando menos, esas son las reclamaciones que llevaron, hace ya casi un año, a los miembros de la plataforma de afectados a pedir al Concello un profesional que pudiese solucionar lo que los agentes no conseguían por mucho que acudiesen a sus casas cuando se quejaban.