Falta de espacio para trabajar y de un lugar de espera para el público, goteras y poca seguridad. Esos son algunos de los defectos que, según los trabajadores, tiene la nueva oficina del registro civil, ubicada en la plaza de Vigo. El responsable de Justicia de UGT, Pedro Galán Horro, asegura que los diez funcionarios de las instalaciones sufren "continuos moratones" al golpearse con el mobiliario debido al poco espacio que tienen para trabajar.

"Dentro de la amplia gama de carencias y defectos, lo que ya es el colmo es que los funcionarios tengan que convivir con un caldero de agua para recoger las goteras que caen del techo. El ascensor ha tardado meses en funcionar y el sistema de climatización envía frío o calor de forma aleatoria", denuncia Galán Horro, quien afirma que las cámaras de seguridad enfocan a los trabajadores en lugar de al local.

Las instalaciones también carecen de sillas para que los usuarios aguarden su turno y de un sistema para que cojan número. "La espera es realmente penosa", subraya el representante de los empleados del registro civil, que se trasladó en el mes de diciembre desde el edificio de Nuevos Juzgados hasta el inmueble que albergaba el cine Equitativa, en la plaza de Vigo.

El responsable de Justicia del sindicato recalca que la Xunta bipartita invirtió en la nueva sede del registro dos millones de euros y que sus carencias dificultan la atención al público.