La nueva plataforma creada en O Ventorrillo para reclamar el desmantelamiento inmediato de Penamoa lamentó ayer las declaraciones realizadas la semana pasada por el alcalde, Javier Losada, en las que afirmó que en el poblado sólo quedan chabolas que se utilizan para "presuntos usos delictivos". El colectivo afirmó que las palabras del regidor, lejos de tranquilizar, han generado una "gran alarma social" en el barrio.

La entidad duda de que las administraciones erradiquen el poblado. Sus reproches no sólo van dirigidos al Ayuntamiento, sino también al delegado del Gobierno, Antón Louro, a quien demandan una mayor presencia de la Policía Nacional para acabar con el tráfico de drogas y una mayor coordinación con el 092.

El PP se entrevistó ayer con la plataforma y secundó todas sus reclamaciones. El concejal Julio Flores instó al alcalde a solicitar la mediación de la Fiscalía, para que actúe de oficio y "no cerrar en falso" el plan de integración del Ayuntamiento. "Es curioso que haya afirmado que sólo quedan personas que se dedican a actividades delictivas. Si es así, que lo pongan en conocimiento de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y que se siente con el delegado para reactivar la junta local de seguridad", reclamó Flores.

La oposición también se quejó de la actitud de Antón Louro en este asunto: "El delegado del Gobierno no puede estar de vacaciones permanentes en la ciudad".

Belén do Campo, diputada del PP, recriminó a la Administración la falta de información que ofrece sobre la situación del poblado. Denunció que el Gobierno aún no ha contestado a las preguntas que presentó en octubre para que le aclarase a qué se debe la "disminución" de efectivos del 091 en Penamoa.