El autismo es uno de los grandes desconocidos de nuestro tiempo. Este trastorno del desarrollo afecta tanto a los que lo padecen como a sus familiares, que deben hacer un gran esfuerzo por comprender una enfermedad que ni siquiera las mayores autoridades mundiales en psiquiatría pueden descifrar. Este el caso del artista Miguel Piñeiro, cuya exposición La vida en imágenes. Alicia en el país de las maravillas se podrá visitar en el Espacio de Arte Moret Art, hasta el 28 de mayo. La motivación que llevó al pintor a crear las obras que forman esta instalación fue el intento por comprender tanto al autismo, como a su hija Alicia, que padece este trastorno desde que nació: "Estos cuadros nacieron como una forma de contar lo que sucede alrededor de mi hija, como forma de darle protagonismo a una gente que está olvidada".

Tanto el título de la exposición como el concepto que se esconde tras ella remite al clásico de Lewis Carroll Alicia en el País de las maravillas. "Dándole vueltas, se me ocurrió que existían muchos paralelismos entre mi hija Alicia y el personaje de la obra de Carroll —explica Piñeiro—. Como ella vive encerrada en sí misma, da pie a establecer una relación entre su mundo interior y la realidad onírica del libro. Simplemente me apetecía dar una interpretación distinta".

Las personas que padecen de autismo necesitan vivir con rutinas constantes, sin alteraciones en su cotidianeidad. Las pinturas que conforman La vida en imágenes son naturalezas muertas, objetos dispuestos sin aparente lógica, pero cargados de significado: "Buscaba formar similitudes con la novela, y representar a la vez aspectos de la vida real de Alicia mediante metáforas. El surrealismo de los cuadros proviene de ella, aunque para ella, esa es la realidad.

Evidentemente, Miguel Piñeiro tuvo una implicación personal muy profunda en el proyecto, pero aparte de querer mostrar la realidad de su hija, buscaba concienciar a la sociedad sobre la enfermedad que padece: "Hay una gran falta de conocimiento sobre el autismo. Incluso hay quien la considera una enfermedad física, cuando lo que de verdad hace falta es integración".

La instalación, que se abrió al público el 16 de abril, está teniendo una buena respuesta del público, tanto en lo artístico como en lo social, ya que, según Piñeiro, la gente que acude al Moret Art está entendiendo el mensaje.