El presidente de Puertos del Estado, Fernando González Laxe, visitó el pasado sábado las obras de punta Langosteira acompañado del ministro de Fomento, José Blanco, con un panorama más despejado en lo que al futuro de la infraestructura se refiere después de se haya alcanzado con la Autoridad Portuaria un pacto que permita garantizar el desarrollo de los trabajos mediante un crédito de 240 millones.

-¿Se han resuelto definitivamente las incógnitas sobre la financiación del puerto exterior con el acuerdo para el crédito?

-Tanto la Autoridad Portuaria como Puertos del Estado lo que hemos hecho en este último año es redefinir el proyecto portuario. Esto significa saber para qué vamos a hacer el puerto, qué tráficos vamos a tener y cómo vamos a dejar el puerto interior. A partir de ahí hemos decidido que lo más consistente y robusto es que el puerto de punta Langosteira sea para graneles líquidos y sólidos y para mercancía general, en tanto en cuanto el puerto interior sea para contenedores y para cruceros, y también para pesca.

-¿Cómo ha quedado definido entonces el puerto de punta Langosteira?

-El puerto exterior de punta Langosteira lo tenemos que definir dentro de un entorno logístico: tener equipamientos y servicios nuevos que estén conectados por vía férrea y por vía terrestre para poder aprovechar todo. Esa redefinición del puerto también se ha buscado a través de una financiación que sea coherente con el proyecto. Creemos, después de haber mirado tantos números, que el préstamo de 240 millones de euros a 40 años y con diez de carencia permitirá al Puerto devolver el préstamo. Esto no es una subvención, es un préstamo que la Autoridad Portuaria, a través de sus beneficios y la enajenación de sus activos, tendrá que devolver en ese plazo. Eso se hace exactamente igual que en Gijón y siguiendo lo que se aprobó hace tres días en la ley de puertos.

-¿A qué se refiere?

-La ley de puertos dice más o menos que en los casos de puertos con desajustes financieros Puertos del Estado puede acudir en ayuda creando una comisión de seguimiento, es decir, interviniendo el puerto a nivel de gastos para que pueda devolver el dinero y así garantizar la estabilidad financiera de todos los puertos del España.

-El acuerdo para el crédito es oficial, pero todavía no se ha producido la firma.

-Está desbloqueado, hay un acuerdo y ahora tenemos que ser respaldados por el Consejo de Ministros, formalizarlo con el ICO (Instituto de Crédito Oficial) y después también traspasárselo, endosárselo, a la Autoridad Portuaria.

-Se dijo que en julio estaría decidida la cifra del préstamo, ¿cree que los enfrentamientos entre el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria durante este tiempo han ayudado a lograr el acuerdo?

-Yo también soy de A Coruña y todos conocíamos bien que esto era una demanda ciudadana. Por eso nos sentíamos proclives a sacar adelante esto, cada uno en su responsabilidad. El alcalde tiene que exigir a las autoridades, en este caso a mí, que se cumplan los compromisos, yo tengo que exigir al presidente del Puerto que haga un modelo consistente de desarrollo portuario y a mí se me exige que sea capaz de ser coherente con el sistema portuario español. Todos hemos hecho el trabajo animados sin duda alguna por la confianza que ha depositado el ministro.

-Algunas voces han manifestado que sería más sencillo desafectar los muelles y cambiar el convenio urbanístico para la venta de los terrenos portuarios antes de que se produzca el traslado a punta Langosteira, ¿sería posible?

-¿Y quién te los compra? A los precios que hay hoy, cuando el precio está a cero, ¿quién te los compra? Por eso aparece en el crédito un periodo de carencia de diez años. Durante ese periodo ya habrá momentos en los que la economía esté mejor y haya una demanda.

-¿No es partidario entonces de la venta inmediata de los muelles?

-No, porque no hay nadie que te los compre. ¿Quién tiene dinero para comprarlos? Uno lo que no quiere es malvender. Lo que quiere es vender sacándole un dinero, mientras tanto vamos a seguir haciendo las cosas de otra forma.

-¿Ya no sirven los cálculos que se hicieron sobre las cifras que se obtendrían por su venta?

-Yo es que no sé lo que valen.

-El Puerto maneja una previsión de una consultora de alrededor de 200 millones de euros.

-Yo no sé qué consultora es ni sé las cantidades que son, yo lo que sé es que está claro que el precio de los terrenos hoy es distinto al de hace un año. Y no sé si la consultora existe o no existe. Eso es un discurso que no se sostiene.

-¿Hay fecha para comenzar los trámites de la desafectación de los terrenos portuarios?

-No. Lo importante es acabar el dique y saber cómo se va a acabar, cuántos pantalanes va a tener y cómo van a estar colocados. En segundo lugar, una vez que se haga eso y se termine el puerto, tenemos que proceder al traslado del muelle petrolero que está en el interior de la ciudad al puerto exterior. Cuando se acabe esto tendremos que finalizar todos los servicios y equipamientos portuarios para darle entorno logístico. Son las tres fases que tiene la lógica del puerto. La cuestión no es echar los hormigones, la cuestión es que al final haya un dique.

-¿Alguno de esos pasos que acaba de citar está más en el aire que otro?

-No, van todos seguidos. Primero se tiene que acabar el dique, al que le faltan creo que cuarenta metros. También hay que acabar el martillo y el morro final. Después hay que cerrar con cajones todo el muelle, en paralelo decidir cómo se traslada el puerto petrolero y al mismo tiempo, todo concatenado, la zona nueva de equipamientos y de servicios.

-Pero la decisión del traslado de las instalaciones petroleras depende también de Repsol.

-Eso lo tiene que hacer la Autoridad Portuaria que es su responsabilidad.

-¿Será un obstáculo que la empresa tenga una concesión todavía en vigor?

-Eso es lo que tiene que negociar la Autoridad Portuaria, que sabe que tiene una ley que se acaba de aprobar en el Parlamento de común acuerdo con el Partido Popular y en la que se concede a los puertos más autonomía de gestión a cambio de ser rentables. Entonces, la Autoridad Portuaria es la que tiene que hacer todo este trabajo, igual que era la Autoridad Portuaria la encargada de buscar la financiación. Como no fueron capaces, tuvo que aparecer Puertos del Estado y el Ministerio de Fomento para prestar un dinero. Pero por la ley que se ha aprobado hace tres días ahora tienen que conseguir estos objetivos.

-¿Le parece razonable que Repsol imponga condiciones a su traslado teniendo en cuenta que la obra del puerto exterior se pensó para alejar de la ciudad el tráfico de petroleros?

-La empresa Repsol es consciente de lo que está pasando y también sabe cuál es la demanda ciudadana y al final facilitará todo tipo de traslado. Soy muy optimista en este caso.

-¿Va incluido en el préstamo el controvertido contradique, aunque con otro nombre?

-Un puerto tiene muchos diques.

-¿Lo han bautizado como dique oeste, no es así?

-Yo no entiendo la terminología que utilizan y como no la entiendo no sé responder. Un puerto tiene los diques que sean necesarios, yo no sé si es contradique o no porque tampoco soy ingeniero. Eso no me preocupa, lo que me preocupaba era un problema que había y que se ha solucionado.

-¿Se ha solucionado incluyendo ese elemento que reclamaba la Autoridad Portuaria?

-Van varios elementos más de los que planteaba la Autoridad Portuaria. Ahora se define un puerto y antes estaba definido exclusivamente un lugar de atraque. Ahora hay más elementos que permiten hacer un puerto que sea operativo para cargar y descargar mercancías.

-¿Será un obstáculo para la rentabilidad de las nuevas instalaciones de Langosteira el no contar con tráfico de contenedores?

-Los contenedores van a estar en el puerto actual porque son una mercancía limpia y en el otro lado van a estar los graneles líquidos y sólidos. Esto quiere decir que el puerto de A Coruña tendrá dos espacios portuarios, como también lo tiene Róterdam o Tánger, que tiene previsto tener cuatro. Por eso no pasa nada, la ciudad de A Coruña quería sacar los petroleros del puerto interior y es lo que se va a hacer. También se van a sacar los sólidos, es decir, el carbón y los cereales que molestaban a los habitantes de Cuatro Caminos. Esto es el objetivo, responder a una demanda ciudadana y generar con una fortísima inversión un nuevo lugar donde se desarrolle un entorno logístico.

-Está previsto que los primeros barcos lleguen a Langosteira en 2012 y no hay fecha para la llegada de la conexión ferroviaria, aunque se baraja 2015, ¿será eso una pérdida de competitividad?

-Sería un pequeño retraso, pero yo estoy convencido de que todo llegará más o menos. Yo creo que va a estar todo encajado en los tiempos, porque además el espacio que nos queda entre el puerto exterior y la vía férrea tampoco es tan largo, es decir, esto no es el AVE. La carretera, por ejemplo, son cinco kilómetros y la distancia no es sideral.

-¿Hasta qué punto es importante el acceso por tren a punta Langosteira?

-Es básico. Un puerto sin conexión ferroviaria no tiene razón de existir. Si uno no está conectado por ferrocarril no vale la pena invertir en un puerto, porque lo que utiliza son mercancías muy voluminosas que tienen que ir en un medio de transporte que las albergue, no se puede ir en camión.