El entorno de las viviendas de Franco cambiará su estado actual, criticado por los vecinos, que han denunciado el abandono de esta zona del Agra do Orzán. La primera fase de las obras arrancará a finales de octubre, según las previsiones municipales, y consistirá en la renovación de aceras, canalizaciones y una nueva peatonalización en la ciudad, en esta ocasión, en la calle Monasterio de Monfero. Los trabajos se centrarán ahora en el área comprendida entre Monasterio de Bergondo, Toxos Outos, Monasterio de Sobrado y Rodrigo A. de Santiago. El proyecto continuará por el resto de viales adyacentes, aunque sin fecha para su ejecución: en el mejor de los casos, será a lo largo del próximo año.

La remodelación costará 1,5 millones, pero en esta primera fase, en los alrededores de las viviendas de Franco, el Concello invertirá 450.000 euros -repartidos en dos anualidades: 2010 y 2011-, procedentes de los fondos europeos Urbana C. La Concejalía de Infraestructuras confía en que las obras duren sobre tres meses: empezar a finales del mes que viene y concluir en enero del próximo año, con la remodelación de las aceras -que incluye la ampliación del enlosado en las intersecciones para mejorar la accesibilidad-, la creación de nuevas zonas ajardinadas y la instalación de mobiliario urbano en el entorno.

Una de las principales actuaciones será la peatonalización de la calle Monasterio de Monfero. En la actualidad, se trata de un callejón con salida a Monasterio Toxos Outos pero no a Monasterio de Bergondo, repleto de coches aparcados en ambos márgenes y con aceras por las que los peatones apenas pueden transitar en fila india.

El responsable de Infraestructuras, Esteban Lareo, destacó que la peatonalización permitirá mejorar la accesibilidad a los edificios de la calle, a la parroquia de San Francisco Javier y al centro de mayores Boandanza; y admitió que era una "vieja reivindicación" de los vecinos. Ayer, la mayoría de los transeúntes destacó que una de las principales exigencias del vecindario es la ampliación de los espacios públicos.

El concejal socialista defendió que las obras mejorarán la "calidad de vida" de los residentes. Sí admitió que la peatonalización de Monasterio de Monfero supondrá perder plazas de estacionamiento, pero confió en que no afecte al resto de calles. Ahora quedan en el aire las dos últimas fases del plan para renovar el resto de calles de esta zona. Lareo no pudo fijar una fecha. Su departamento propondrá la inclusión de estas obras en los presupuestos del próximo año, aunque dependerá de las "prioridades" que fije el Ayuntamiento.