Ikea abrió el 20 de julio en el polígono de A Grela. Durante semanas, en cada acto público que protagonizó, el alcalde, Javier Losada, no paró de animar a los coruñeses, medio en serio, medio en broma, a "consumir" y a visitar la multinacional del mueble. El regidor admite ahora que todavía no ha tenido tiempo de acercarse hasta el establecimiento, al tiempo que defiende que su aterrizaje en A Coruña y del resto de áreas comerciales contribuyen a dinamizar las tiendas de barrio, una afirmación que no acaba de convencer a todos los empresarios.

Losada pone como ejemplo a Ikea, el complemento perfecto a las tiendas de barrio: "Permite que el comercio local tradicional se ajuste y se modernice". En ningún momento cree que el desembarco de la multinacional pueda suponer un perjuicio para el resto de tiendas del mueble ni para otro tipo de sectores, aunque carezcan de un establecimiento en alguno de los centros comerciales del cinturón urbano. Para el regidor, según expresó en una radio local, la apertura de Ikea significa lo mismo que la llegada de El Corte Inglés en 1986.

Ikea funciona a buen ritmo -en la primera semana recibió una media de 13.500 visitas al día- y ha superado de momento la incertidumbre de posibles atascos en un polígono que ya estaba saturado de vehículos. De hecho, la empresa sueca asume que la posible apertura de una tienda en Vigo -sería la segunda en Galicia - dependerá siempre del éxito que alcance en A Coruña. "A algunos les gustaría que fuese un caos, pero la movilidad ha funcionado de forma razonable", asegura Javier Losada. Pero entre los consumidores no se encuentra el propio alcalde, que admitió ayer que no acompañó a su mujer a comprar utensilios de cocina.