El alcalde de la ciudad, Javier Losada, acusó ayer a los comerciantes de ser excesivamente pesimistas sobre el futuro económico de la ciudad. El regidor, después de que los responsables de los establecimientos lo culparan de propiciar con su gestión el cierre de tiendas y de la futura pérdida de hasta 3.500 puestos de trabajo, achacó los problemas que sufren los negocios a la crisis económica global y no a las políticas municipales que, según el colectivo, han favorecido a las grandes superficies.

"Es normal que todos los sectores estén preocupados en momentos de crisis global. A Coruña es una ciudad viva que, aunque se desarrolla con complicaciones, está en una situación buena. Resulta chocante que se haga un discurso tan negativo", explicó Losada sobre las críticas de los comerciantes, que mantendrán el próximo día 7 de noviembre una gran asamblea para protestar por la proliferación de grandes superficies, por el progresivo deterioro de vías como San Andrés y la calle Real y por la presencia de manteros frente a la entrada de los negocios.

El alcalde mencionó en sus declaraciones un estudio elaborado en Vigo que, según afirmó el regidor, concluye que A Coruña es la ciudad gallega con mayor poder económico y comercial. Losada utilizó los resultados de este análisis para tratar de demostrar que las políticas del Gobierno local son las correctas y que las dificultades de los negocios tradicionales son una constante en todas las localidades y no son, por tanto, achacables a la gestión municipal.

Javier Losada, a pesar de considerar que la ciudad está preparada para afrontar las dificultades económicas, ofrece a los responsables del pequeño comercio su colaboración para el desarrollo de proyectos comunes capaces de revitalizar los barrios como espacios para las compras y para frenar el cierre de tiendas. El alcalde asegura que los problemas de los comerciantes sólo pueden resolverse si el Ayuntamiento y los dueños de los negocios trabajan unidos. "Me pongo a su disposición para resolver todas las dudas que tengan para que vayamos juntos. No nos debemos separar en ese trabajo", manifestó Losada.

Las palabras pronunciadas ayer por el regidor son totalmente opuestas a las que los representantes de la Federación de Comercio y las asociaciones de los distintos barrios pronunciaron desde el mismo momento en que se conoció la intención del colectivo de convocar una asamblea reivindicativa.

Los comerciantes denuncian que la proliferación de grandes superficies está provocando que los barrios y el centro de la ciudad se conviertan en "dormitorios" y acusan al Ayuntamiento de dar a los centros comerciales ventajas frente a los establecimientos tradicionales. Los dueños de los negocios también culpan al Gobierno local de haber permitido el deterioro de vías tan importantes como San Andrés, una calle plagada de edificios en estado ruinoso por la que discurre un carril bus que ha dejado a las tiendas sin espacios para carga y descarga y para que sus clientes puedan aparcar sus vehículos mientras hacen sus compras.

El alcalde difiere de la opinión de las asociaciones de comerciantes y defiende que las grandes superficies pueden incluso resultar beneficiosas para los pequeños establecimientos, al propiciar el desarrollo económico de la ciudad. Las grandes superficies son generadoras de actividad económica y de empleo y, por lo tanto, también repercuten positivamente sobre el pequeño comercio", había manifestado Losada un día después de que los comerciantes anunciaran su intención de organizar la asamblea de protesta.

El regidor añadió ayer que la renovación urbana que desarrolla el Gobierno local tiene como uno de sus objetivos fundamentales favorecer al pequeño comercio mediante la remodelación de aceras y la mejora de servicios.