La Xunta alega que hará primero el área en Vigo por el consenso de sus municipios

A pesar de las apreciaciones del conselleiro, omite que, en la ciudad olívica, el plan que han presentado recientemente se ha diseñado con la oposición del alcalde vigués, Abel Caballero, que ha anunciado una propuesta alternativa. Por eso, el presidente del Consorcio coruñés, Julio Sacristán, recuerda al Gobierno gallego que, si realmente quiere, puede empezar a definir las competencias que se traspasarían al futurible ente a través de un estudio de viabilidad como el del sur.

Eso sí, ya nadie tiene esperanza de que esto vaya adelante antes de las elecciones, a pesar de constituir siempre parte de los programas electorales de todos y cada uno de los partidos que pretenden el trono de María Pita. La muerte de la última y fallida intentona la relató en alto en alto el regidor de Sada, Abel López Soto: "Losada no estudió los efectos de integrarse en el Consorcio das Mariñas, fue Losada quien pidió la integración y el que ha dado ahora por zanjado el asunto, así que también es su responsabilidad".

Aludía a las palabras del alcalde coruñés en las que dejaba sin fecha su compromiso de integrarse en la entidad supramunicipal. Se excusó Losada en que los municipios de la comarca coruñesa eran "los más adelantados", donde existe una mayor cohesión para la gestión de los servicios y una "colaboración perfecta" en cuestiones como el suministro de agua, la recogida de residuos urbanos; el plan de infraestructuras, la tarjeta Millenium, el plan de turismo comarcal y el futuro plan general coruñés, porque incluye "cuatro estudios sectoriales metropolitanos".

Con este relatorio, Losada aplaza indefinidamente volver a negociar su entrada en el Consorcio, a pesar de que, hace dos años, se manifestaba convencido de que era "el momento oportuno" de "liderar la comarca" e integrarse.

Hubo negociaciones y puntos de conflicto, uno de los principales, apuntado desde el Consorcio pero nunca reconocido desde A Coruña, es el reparto del pastel del agua y las basuras. Hace medio año, el Consorcio llegó a explicar, en una nota enviada a los medios, que los alcaldes no compartían que A Coruña sí pretendiese "consorciar" las basuras y quisiese mantener como propio a toda costa el abastecimiento de aguas, a través de la empresa municipal Emalcsa. Emalcsa tiene capital 100% municipal, se surte de agua del embalse de Cecebre y suministra a la mayoría de los municipios conurbanos.

Esto es, el pastel con superávit para A Coruña, y el que genera más dudas financieras, Nostián, para todos; ya que, según el Consorcio, la ciudad debería dar a conocer la situación econonómica de la planta de basuras, después de saberse que Albada -la concesionaria- solicitó al Ayuntamiento 58 millones de euros para "reequilibrar" su situación, cuando el servicio de basuras del Consorcio "funciona a la perfección y no da pérdidas". Fue el argumento de José Antonio Santiso, delegado de la entidad comarcal para negociar con el Concello coruñés.

Otro escollo, además de las cuotas de poder (por población o por concejales), es la entrada de la Diputación, comandada por el socialista Salvador Fernández Moreda, quien es partidario, al igual que alcaldes de la comarca, de un consorcio en el que se pueda integrar la entidad provincial. Y es que, en una posible transferencia de competencias por parte de la Xunta, habría también qué ver qué es lo que le afecta y lo que no.

Sólo hubo un momento en el que parecía que el proceso quedaría desbloqueado. "Es una oferta que no podrán rechazar", calificó Losada. "La música suena bastante mejor de lo que venía sonando", respondió el presidente del Consorcio, Julio Sacristán. Pero no hubo manera y el tema se enquistó una vez más: el alcalde pidió una confirmación por escrito y Sacristán, un acuerdo en el pleno coruñés. El regidor cullerdense llegó a sugerir a PP y BNG que, si realmente apuestan como dicen por el área metropolitana, que se unan para aprobarlo en pleno.