Obras como las del corredor verde de Orillamar, las de la calle Pablo Picasso o las de la avenida de La Marina han generado protestas de residentes y comerciantes que consideran que el Ayuntamiento ha gastado dinero en unos trabajos que ocasionan más daños que beneficios o que, simplemente, son innecesarios. Tres representantes de colectivos vecinales analizan en este debate las obras públicas municipales y la preocupación que han generado algunas de ellas por afectar al modo de vida de los residentes e incluso a las cifras de negocio de los establecimientos.

D. Boedo: En nuestro barrio, en la calle Pablo Picasso, empezaron las obras en el mes de mayo y, desde ese momento, no se puede entrar y salir. Unos días nos ponen la salida por la zona norte, otros por la zona sur, las calles y plazas intermedias están todas abiertas a la vez, no dejan pasar por las peatonales y los niños no saben por donde ir. La guardería no tiene un sitio por donde salir y el centro de salud no tiene un acceso adecuado para quienes usan silla de ruedas. Nosotros estábamos en una zona totalmente abierta, con parques y aceras. Lo único que pedíamos es que asfaltaran la calle y que adecentaran un poco los parques para niños. Sólo pedíamos eso y, de repente, nos encontramos con una obra descomunal y fuera de lugar. Todo esto ha hecho que la gente dejara de venir a los comercios. No es que no quieran venir, lo que pasa es que ni siquiera pueden entrar.

J. Sáenz-Chas: Lo que más preocupa en La Marina es que el inicio de las obras certifica el incumplimiento de un compromiso electoral, que es la construcción del parking. Nosotros vivimos en una zona antigua donde no hay plazas de aparcamiento y se había proyectado su construcción. Habían dicho que no se arreglaban las aceras y los jardines porque habría que levantarlo todo cuando comenzaran las obras del aparcamiento subterráneo. Las obras que se desarrollan actualmente, por tanto, certifican que el parking no se va a construir. Esto genera en la zona centro un gravísimo problema y nos parece que las obras son una limpieza de cara. Yo creo que se hacen obras con una clara intencionalidad política que es la de dar la sensación de que no está pasando nada. Empezaron a hacer unas obras sin ton ni son y sin consultar con los vecinos. A nosotros no nos han llamado para consultarnos sobre unas obras que, por cierto, comenzaron en verano y causaron grandes perjuicios a los locales con terrazas. Otra de las preocupaciones de los vecinos es la destrucción de plazas de aparcamiento.

J. Ucha: En Monte Alto, o máis preocupante é a perda de prazas de aparcamento. Hai diferencias entre o corredor verde que plantexaba o plan xeral, con creación de prazas de aparcamento que daban alternativa aos veciños, e o que se está facendo. No momento en que se adianta o corredor verde para poder facelo con fondos do plan estatal, renunciase a facer as prazas de aparcamento e aparece un problema para os veciños. Este problema persistirá ata que exista unha alternativa. A esta perda de prazas de aparcamento hai que sumar a que orixinará a reforma da praza de España e do seu entorno. Non entendo, en primeiro lugar, a falta de participación cidadá e, en segundo lugar, a perversión dun espazo que podería ter cualidades medioambientais e que podería incidir positivamente na rehabilitación de edificios debido a eliminación de prazas de aparcamento. A situación suporá un aumento da xornada laboral dos veciños, que poden chegar a perder unha hora a mediodía e outra hora pola tarde buscando onde deixar o coche. Ambientalmente pode estar moi ben, pero a calidade de vida dos veciños merma.

D. Boedo: La mayoría de las viviendas en Pablo Picasso y las calles colindantes son viviendas sociales que no tienen aparcamiento. Nos encontramos con que la gente que vive allí trabaja fuera, en el centro de la ciudad o en los polígonos, y ahora no tiene donde dejar sus coches. El Ayuntamiento se basa en que hay que retirar los aparcamientos porque la gente que viene de fuera de la ciudad aparca en la zona y, desde allí, coge el bus urbano, pero no tiene sentido porque a mí, si voy a Culleredo, el alcalde de Culleredo me deja aparcar. La gente que viene de otros municipios y aparca allí, además, le da vida al barrio, porque siempre compran algo. Esa gente aparca de día, pero, por la noche, los que dejan el coche son los que viven en la zona, que no tienen otro sitio donde aparcar. Los coches, que yo sepa, no se pueden subir a las casas.

J. Sáenz-Chas: Yo creo que lo primero que tiene que hacer el Concello antes de proyectar una obra es hablar con los directamente afectados y ver lo que les parece. Otra crítica que se hace a las obras de La Marina es que han servido para que lo que antes era una pequeña parada de autobuses que había en Puerta Real se extienda a toda la avenida de Montoto. Toda la zona se ha convertido en una gran estación de autobuses y eso genera problemas a los que viven en las casas. La gente y los autobuses, como aquello es un nudo de las líneas, están bastante tiempo esperando y hacen ruido. Es posible que este tipo de actuaciones tengan justificación por un interés general y no se trata de que la asociación de vecinos imponga su criterio, sino de hablar con todos los sectores implicados para que cada uno pueda expresar su opinión. Nuestro caso es bastante complicado, porque, cuando reclamábamos el arreglo de las aceras, siempre nos habían dado largas poniendo como excusa la construcción del aparcamiento. El Ayuntamiento no quiere solucionar los problemas reales y no habla con los vecinos para evitar encontrar una oposición a unas obras que utiliza para justificar antes de las elecciones que se está haciendo algo. No sólo no están ayudando a los vecinos, sino que nos están perjudicando a todos.

J. Ucha: As asociacións de veciños foron históricamente unha canle para levar ante o Concello as propostas e preocupacións dos barrios. Non hai problemas para ser recibidos no Concello, pero unha cousa é ser ouvido e outra ser escoitado. Nós mantivemos moitas reunións para que se habilitara unha zona de aparcamento alternativo. Penso que non hai participación. Enmarcar todas estas obras dentro do plan estatal buscando a activación da construcción leva a que todas as obras teñan que rematar en decembro, ca posibilidade dunha prórroga ata marzo, e que se produza unha acumulación por exceso. Levamos moito tempo reclamando un plan de renovación integral das aceras do barrio, pero iso non se fai. Por contra, adícase orzamento a estas actuacións estrela, que son máis inaugurables. Está claro que as obras de corredor verde teñen un compoñente electoralista polas datas previstas para a inauguración.

D. Boedo: Creo que al Ayuntamiento no le preocupa ni lo más mínimo lo que piensan los ciudadanos. Lo que le preocupa es tener unas obras impresionantes para impactar a la ciudad y presumir de lo que se ha hecho. También quiero decir que ni el presidente ni ninguno de los miembros de la asociación de vecinos Os Anxos nos ha atendido a los afectados por las obras ni una sola vez. Los hemos llamado infinidad de veces para que nos ayudaran a hablar con el Ayuntamiento, pero nunca nos han echado una mano. Quiero que quede muy claro que la asociación de vecinos de nuestro barrio pasa ampliamente y los afectados hemos tenido que trabajar solos. Las obras no son necesarias y el Ayuntamiento se tiene que preocupar de que los vecinos sean los que le digan lo que necesitan en su barrio. Sería más efectivo que en cada barrio se hiciera aquello que realmente necesitan y piden los vecinos y no que hagan obras faraónicas que, además de molestar a comerciantes y vecinos, son innecesarias. El concejal nos dijo que, gracias a las obras, vendría gente a pasear a Pablo Picasso; pero la realidad es que nadie de los que visitan la ciudad va a venir hasta aquí. A La Marina, por ejemplo, sí que van todos los que vienen de visita a la ciudad.

J. Sáenz-Chas: Algo parecido a lo que comentas me lo dijo a mí un vecino de O Ventorrillo, donde hicieron una rotonda que también acabó con plazas de aparcamiento. Decía este vecino que habían ensanchado las aceras en una zona por la que nadie iba a pasear, porque los coruñeses van a pasear a los Cantones, a La Marina o al paseo marítimo y no al barrio de O Ventorrillo. El Concello ha aprovechado la fuente de recursos del plan estatal para hacer una serie de obras sin contar con el sentido común, ni con los problemas estructurales de cada zona, ni con los intereses de cada zona. A los hosteleros de las terrazas de La Marina, por ejemplo, se les ha perjudicado enormemente durante este verano, que es la época más importante para ellos, y además en un contexto de crisis económica. Otro temor que tenemos los vecinos de La Marina es que la falta de plazas de aparcamiento va a hacer que muchos conductores aparquen encima de la acera y esto, a su vez, provocará que el Concello coloque los famosos bolardos, que son horribles y hacen que el tráfico circule a más velocidad, como ocurre en San Andrés. Todo se hace de manera chapucera.

J. Ucha: Ningún concello pecha a boca cando chega a hora de pedir cartos para facer unha obra inaugurable. É algo común a todos os políticos. Poucos meses antes das eleccións, encáixase un corredor verde ou o que sexa. A perda de prazas de aparcamento fai que a xente vaia a aparcar a outro lado: apárcase nas aceras, nos pasos de peóns... Somos tan necios que alguén nos ten que poñer uns bolardos para que cumpramos as normas de circulación.

D. Boedo: En Pablo Picasso había dos carriles de ida y dos de vuelta, pero ahora nos meten una acera de ocho metros de ancho y, por el lado del colegio y los parques infantiles, una acera de medio metro. En esa acera que no llega al metro, habilitan el carril bici. Simplemente nos dejan un carril de ida y otro de vuelta, no queda zona para aparcar autobuses urbanos y escolares ni zona de carga y descarga. El alcalde nos llamó y nos dijo que las madres se tienen que habituar a llevar a los niños andando a la guardería, porque se anda muy poco. Lo que no sabe el alcalde es que la guardería es de la Xunta y que hay niños que vienen de Cambre, de Oleiros, de Culleredo, de O Ventorrillo o de Os Rosales. Muy pocos niños del barrio entran en esa guardería. La directora me confirmó que han dejado de ir muchos niños que no pueden llegar porque no hay donde aparcar y que tienen que quedarse con familiares, vecinos o amigos para que sus padres puedan ir a trabajar. Parece una ofensa hacia los vecinos y hacia el pequeño comercio. Parece que lo hacen para que cerremos todos y nos vayamos a los centros comerciales, que es donde hay aparcamientos.

J. Ucha: Poder aparcar é algo vital para unha actividade normal de traballo. Moita xente do barrio traballa lonxe do centro da cidade. A xente precisa a mobilidade. Hai que gobernar para a sociedade na que vivimos.

D. Boedo: En mi barrio hay casos de comercios que llevan unas pérdidas de un 60% a causa de las obras y de que la gente no pueda aparcar. Los propios vecinos no tienen por dónde cruzar para llegar a los comercios.

J. Sáenz-Chas: Si las obras hacen que todos los barrios tengan problemas con el aparcamiento, la situación es muy grave. Si lo poco que hay lo quitan, es normal que los vecinos estén descontentos. Si un vecino tiene un coche, en algún sitio lo tiene que poner. Yo aparco en Zalaeta y vivo en Riego de Agua. He llegado a aparcar en Monte Alto, porque hay días que es imposible encontrar sitio. Tomar decisiones de cara a la galería y sin soluciones a la vida real no tiene sentido alguno.

D. Boedo: Los vecinos de mi barrio no entendemos por qué se tira el dinero de esta manera en obras que no necesitamos. Me sorprendo cuando en otros barrios necesitan obras y no se las hacen. Es ridículo que nos vayan a hacer un carril bici de un kilómetro de largo. Lo único que podremos hacer con ese carril es dar vueltas.

J. Ucha: Un político, se se xunta cos veciños e fai o 20% do que os residentes lle piden, vendería a moto e triunfaría.

J. Sáenz-Chas: El problema es que se está gastando dinero y la gente no está contenta.

D. Boedo: Parece que los políticos, cuando llegan al poder, toman una pastilla que los aisla de la realidad hasta que llegan elecciones. Se creen que están por encima del bien y del mal. Esta ciudad necesita que el Ayuntamiento dialogue con los vecinos y conozca sus necesidades.

J. Sáenz-Chas: La única forma de impulsar el movimiento vecinal es darle participación. Si no hay participación, lo normal es que las cosas salgan mal. La realidad es que se está dilapidando dinero pública de forma absurda.