José Ramón Blanco Vila, el fontanero de 26 años acusado de descuartizar a dos hombres en su vivienda de Aranga en noviembre de 2008, se sentará en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 5 el 14 de febrero. El procesado, que está interno en Teixeiro desde que fue detenido por los asesinatos en abril de 2009, acudirá a los juzgados para responder por un intento de fuga que protagonizó el 14 de agosto de 2009 en la puerta del hospital Universitario. Por el doble crimen tendrá que responder en los próximos meses, aunque la vista oral, que se celebrará en la Audiencia Provincial, carece de fecha.

El representante del Ministerio público solicita a la magistrada del Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña que condene a Blanco Vila a un año y dos meses de prisión y a seis días de localización permanente por haber intentado huir de los dos policías que lo custodiaban. El fiscal sostiene en su informe sobre los hechos que el procesado trató de escapar de los agentes cuando lo iban a introducir en el vehículo policial para trasladarlo del centro hospitalario hasta los calabozos situados en el edificio de Nuevos Juzgados.

La Fiscalía destaca en su escrito de calificación que los funcionarios esposaron al procesado con las manos a la espalda "conforme al protocolo habitual" y se dispusieron a subirlo al coche. Mientras uno de los agentes abría la puerta del vehículo, el otro vigilaba a Blanco Vila. El imputado aprovechó que solo estaba custodiado por un policía para propinarle un empujón en el hombro y correr.

El sospechoso de los asesinatos de Aranga huyó unos metros hasta que tropezó y cayó, por lo que fue alcanzado por los funcionarios. Los agentes, según el representante del Ministerio público, trataron de levantarlo e introducirlo en el vehículo policial, ante lo que el procesado opuso resistencia. El fiscal asegura que Blanco Vila forcejeó con los policías y que lanzó patadas aire. Uno de los vigilantes, como consecuencia de la pelea, sufrió molestias en el brazo y en la pierna derechos, pero no recibió asistencia médica.

La Fiscalía acusa al presunto descuartizador, que estaba interno en Teixeiro desde hacía cuatro meses, de cometer un delito de quebrantamiento en grado de tentativa, de un delito de resistencia grave a agentes de la autoridad y de una falta de maltrato. Por el primero solicita que sea condenado a cinco meses de prisión; y por el segundo, a nueve meses. El representante del Ministerio público exige a la magistrada del Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña que le imponga seis días de localización permanente por la falta de maltrato.

Cuando sucedieron los hechos fuentes policiales aseguraron a este diario que los agentes que custodiaban a Blanco Vila eran "mayores" y que nadie les había advertido de que el preso al que trasladaban era el presunto asesino de Aranga. El juicio por el doble crimen está previsto que se celebre antes de verano en la Audiencia. La juez concluyó la investigación a finales de septiembre de 2010, pero la vista oral todavía no tiene fecha porque tanto el fiscal como los abogados de los imputados recurrieron su informe para que sea enjuiciado por un tribunal popular