El Ayuntamiento supedita la construcción de la piscina en el futuro polideportivo de O Castrillón a que la instalación cuente con al menos 3.000 socios. El propio alcalde de la ciudad reconoció ayer haberles transmitido a los vecinos de la asociación Iar este condicionante y el dirigente de la entidad, Domingo Verdini, confirmó a este diario que el regidor le había llegado a sugerir que organizara un sondeo entre los residentes para calcular el número de usuarios con los que contaría la piscina.

"Se habló de que habría que garantizar unos 3.000 abonados. El alcalde nos planteó la posibilidad de hacer un sondeo en el barrio", reconoció Verdini, un día después de haber mantenido la reunión con Losada y de haber presentado en el registro municipal una propuesta avalada por 2.153 firmas en la que reclama que el pleno municipal debata una propuesta en la que su asociación propone que se garantice que el Ayuntamiento reservará una cantidad para que la construcción de la piscina esté garantizada aunque el Gobierno local tenga que incrementar la cantidad de dos millones de euros que dedica al polideportivo de O Castrillón.

El alcalde comparó la idea de tomar la decisión sobre la piscina de O Castrillón en función del número de socios con la que sirvió para la formulación del proyecto de la Casa del Agua, que también se levantó tras tener asegurados unos ciertos márgenes de utilización de las instalaciones.

Las dudas sobre la existencia de una demanda que justifique la construcción de la piscina ya habían sido manifestadas por el concejal de Deportes, Xan Martínez Caxigal, que aludió a la existencia en la ciudad de más metros cuadrados de láminas de agua de los que marcan las recomendaciones europeas y que mencionó que instalaciones como la que existe en el polideportivo San Diego están muy próximas al barrio de O Castrillón y son utilizadas por sus vecinos.

El nuevo requisito marcado por el alcalde no preocupa al presidente de la asociación Iar, que está convencido de que la piscina será una realidad tarde o temprano. Domingo Verdini teme más al estudio arqueológico encargado por la Xunta en la zona de influencia de la urbanización de 1.166 viviendas que se construirá junto al parque de Oza, que incluye la parcela del pabellón, que por el hecho de que las instalaciones cuenten con un determinado número de usuarios.

Verdini teme que los trabajos de los técnicos, que ya han comenzado, motiven un nuevo retraso en el inicio de las obras e incluso un cambio en el proyecto inicial. "Podría obligar a cambiar el proyecto si apareciera algo de valor arqueológico", declaró el dirigente vecinal tras la reunión con Losada.

Los directivos de la asociación Castrillón-Urbanización Soto Iar son más optimistas que algunos de los residentes del barrio, que consideran que la piscina no estará hecha antes del plazo máximo de diez años que se ha dado el Ayuntamiento para su construcción. Domingo Verdini manifestó ayer que, de decidirlo la compañía a la que la empresa municipal de vivienda adjudique las obras y la gestión de las partes del pabellón que no corresponden a la pista polideportiva, podría construirse la piscina al mismo tiempo que el resto de las instalaciones.

El alcalde, Javier Losada, inaugurará esta tarde las obras de reforma de General Sanjurjo, ampliamente contestadas por vecinos del barrio. A las 17.15 horas, en el cruce entre A Gaiteira y la ronda de Outeiro, el regidor abrirá formalmente una vía convertida en bulevar que ya funciona como tal desde la semana pasada. El malestar de vecinos y comerciantes se ha plasmado en la constitución de una asociación que aglutina a los empresarios de la zona. El alcalde interpretó ayer la fundación de esta entidad como un intento de los comerciantes de revitalizar el barrio. "No la crean porque estén disconformes, sino para buscar mejoras. La reforma ha quedado bien y les va a ayudar. Es un gran bulevar que ha mejorado lo que antes era una carretera", argumentó. Según Losada, este proyecto supondrá la atracción de "nuevos negocios" y propiciará "nuevas formas de usar la calle".