El Ayuntamiento ha iniciado ya el proceso para construir, si se da el caso, un aparcamiento en el entorno de la escuela Pablo Picasso. Según el alcalde, Javier Losada, la Concejalía de Urbanismo ha empezado ya a preguntar a los vecinos si estarían interesados en adquirir una plaza, tal y como se hizo en otras zonas de la ciudad.

El alcalde y varios miembros socialistas de la Corporación municipal se dieron ayer un paseo por la calle Orillamar, a pesar de estar ya inaugurada. En su discurso, el regidor municipal aseguró que los cambios que se habían incorporado al proyecto inicial respondían a las quejas y a las necesidades de los residentes y de los comerciantes y que, el bulevar, tal y como había quedado, era una zona pensada para el desarrollo de Monte Alto. Algunos de los vecinos, sin embargo, no lo tienen tan claro como el alcalde, ya que, cuando llegó la parte del discurso en la que decía que las ambulancias no tenían ningún problema para pasar y que los autobuses gozaban de vía libre por el corredor de Orillamar, se escucharon algunos comentarios entre dientes de desacuerdo.

Se libró en esta ocasión Losada del chaparrón de protestas por el proyecto que tuvo que soportar cuando presentó al público la plaza de España, aunque la reforma suscite opiniones encontradas.

Una vecina comentaba que el proyecto está bien en líneas generales, pero cree que, quien lo redactó no conoce sus costumbres, porque "puso bancos en las calles y no en la placita, que es donde la gente mayor se reunía por las tardes". A una de las residentes en la calle de la Torre, que ayer acudió a la visita, el bulevar de Orillamar le parece "terriblemente feo y poco operativo", ya que considera que las aceras son demasiado anchas y que los buses lo tienen cada vez más difícil para hacer sus recorridos.